Después de todo este tiempo conociendo y probando proyectos gastronómicos, tengo claro que si hay algún factor clave para que Madrid haya evolucionado gastronómicamente como lo ha hecho en los últimos años, ha sido la creatividad.
El progreso y la innovación dependen directamente de la creatividad. La creatividad de los nuevos gastro-emprendedores ha hecho nacer proyectos creativos (Sala de Despiece, Triciclo, Yakitoro), especializados (Mama Campo, El Porrón Canalla, Chifa), o reinvenciones de formatos de toda la vida (Lovnis, La Casa Tomada, Celso y Manolo), todas ellas propuestas originales que han triunfado, nos han hecho disfrutar como locos, y han hecho de Madrid uno de los destinos gastronómicos con más tirón en los últimos años.
Hoy os queremos hablar de un proyecto gastronómico con donde la calidad del producto y la creatividad se dan de la mano, está en la sierra de Madrid (Alpedrete), y tiene un nombre que nos encanta, La Sopa Boba.
Y como la cosa prometía buenas dosis de creatividad e innovación, para esta escapada a la sierra Kia nos prestó el nuevo Kia Optima 2016, siguiendo con el argot gastronómico, un pepino de coche que me va a doler en el alma tener que devolver (espérate que no me fugue con él), pero que fue el compañero perfecto para esta gozada doble en forma de escapada gastronómica a la sierra de Madrid.
Y allí nos plantamos, en el Restaurante La Sopa Boba, que lleva abierto algo más de 4 años, en los que Fernando Limón se ha ganado un nombre más que merecido, gracias a su cocina imaginativa y sorprendente, con guiños a la cocina asiática que tanto admira.
Desde que entras en la sala, te sorprende, se trata de un espacio amplio y luminoso, con una decoración de las más originales que hemos visto, prefiero no darte pistas de lo que te puedes encontrar en ese suelo… ¡tienes que ir a verlo!.
Os contamos en qué consistió que Fernando “nos diera de comer”, es decir, que elaborara para nosotros un menú degustación que nos dejó muy locos.
De aperitivo, un Bombón de aceituna y vermouth, sorprendente, digamos que es… explosivo, y te empieza a dejar claro de qué palo va a ir la comida.
Rollito vietnamita de Edamame con mahonesa de algas, un delicado rollito, en cuyo interior escondía unas semillas tiernas de edamame, de nuevo una versión bien original del típico rollito vietnamita.
Ramen con alga nori, aunque ya habíamos entrado en calor, este ramen nos puso bien a tono.
Salmón Salvaje de Alaska marinado y ahumado en cafetera, son salsa de soja y café liofilizado.
Sardinas ahumadas y marinadas con guacamole, la termina de ahumar en el emplatado, con un toque de romero y curry… una pasada este plato.
Anguila teriyaki con kimchi de callos (de cordero) y viruta de foie, pan de gambas con pimentón y gelatina de mango y manzana. Gran mezcla de sabores y texturas, y saborazo de la anguila.
Gyozas de gambas al ajillo, con migas de témpura y salsa de yuzu y miso. La gyoza de 10, y esa salsa estaba para nadar en ella.
Morcilla de calamares en su tinta, con clara frita y yema encurtida a baja temperatura con trufa. Un trampantojo en toda regla, que según instrucciones de Fernando hay que romper, mezclar y degustar como si fuera un arroz meloso.
Vieira envuelta en panceta de cerdo ibérico, con enoki, huevas de trucha y salsa de tamarindo.
Ravioli de cococha de bacalao con morro de cerdo ibérico y caldo de cocido madrileño con cúrcuma.
Burguesas con puré de mango, que son unas croquetas de morcilla de burgos, mira qué pintaza… brutales.
Pez mantequilla con salsa XO, spaghetti de tinta de sepia y agua de rosas, tomate con siete especias chinas y un puerro al curry. Nunca habíamos probado un pez mantequilla con esta salsa, le sienta increíble.
Jarrete de cordero al curry verde, con lentejas indias y arroz basmati a la canela. Broche de oro a la sección salada, con esta carne de cordero, espectacular y sabrosísima. Mira que llevábamos ya recorrido, pues el hueso se quedó bien pelado.
Y pasamos a los postres, dos en concreto. Una Maceta de chocolate, con regadera de maracuyá y gelatina de cereza… un chocolate en texturas regado que la verdad es que me pareció increíble.
Y por último, la Hamburguesa de Fresas con sorbete de naranja sanguina y caramelo de balsámico.
Y en cuanto al ticket medio, para que te hagas una idea, este menú, sin vino, ronda los 30 euros por persona, aunque según nos cuentan ellos pueden elaborar menús más caros, y también dependiendo del vino que tomes se podrá subir un poco más el ticket. Pero vaya, que a mi la relación calidad precio me parece espectacular.
Qué… ¿cómo te has quedado?. Nosotros regresamos a Madrid sorprendidos y satisfechos, con una experiencia super recomendable bajo el brazo, y me refiero a ambas, la escapada a Alpedrete para probar las maravillas de Fernando Limón en La Sopa Boba, a bordo del pedazo de nuevo #kiaoptima16 #inspiradoporlainnovación.
Y digo yo, ¿no me lo podría quedar no sé… unos 10 años más?.
Os dejamos su web, Facebook y el Twitter de Fernando Limón.
Plaza de Guadarrama, 9. Alpedrete (Madrid).
91 850 63 70
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Fotos: Gregorio González
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