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«No te molestes en descubrir las iglesias, edificios o plazas de una ciudad, si quiere saber acerca de su cultura, pasa una noche en uno de sus numerosos bares.» Esta frase de Ernest Hemingwey ha quedado para la historia. El escritor, muy aficionado a los cócteles (quizás demasiado), tenia claro que si sabes dónde beber bien, al menos, esa noche, habrá merecido la pena. Para cumplir con el arte del buen beber, hemos seleccionado 11 cócteles icónicos en un tour por las mejores coctelerías de Madrid. Desde tragos clásicos, pasando por variaciones de recetas, hasta cócteles de autor. Aquí hay para todos los gustos. El brindis es cosa tuya.

Santos y Desamparados

Es un buen lugar para acabar la noche. Santos y Desamparados derrocha personalidad con un ambiente que imita a unas catacumbas de luces lúgubres con mucho rollo y elementos más espirituales que terrenales. Detrás de este proyecto se encuentra Alberto Villarroel, el bartender que nos ha regalado una de sus creaciones más icónicas. Junto al Wasabi Martini y al Poland Mule, la gran estrella de la carta es el Dragón Amarillo: a base de tequila Corralejo blanco, infusionado con ají amarillo que le da ese toque picante inconfundible y que contrasta magistralmente con el dulzor del zumo de la fruta de la pasión, y la espuma de albaricoque que corona la copa.

Como novedad, Villarroel nos adelanta su apuesta por los cócteles take away. “Hemos hecho unas petacas de Santos, que en breve estarán a la venta. Los clientes podrán rellenar en el establecimiento con su cóctel favorito, a un precio más reducido”

C/ Costanilla de los Desamparados, 4.

Angelita

Siempre está entre las top. Angelita es una coctelería especial, que ha sabido marcar la diferencia gracias al buen hacer y absoluta dedicación de Mario Villalón. Su filosofía es clara: innovar y apostar por una mixología botánica, es decir, productos de temporada -para ello cuentan con huerto propio– y elaboraciones in-house, muy trabajadas.

Aunque cada semana recuperan un cóctel de cartas anteriores, Mario destaca sin dudarlo uno de los cócteles más importantes de Angelita: el Bloody Mary -con versión warholiana incluída- en los que los ingredientes parecen sacados más de una receta gastronómica que de una carta de bebidas. Como base, destaca el aliño casero con fondo de verduras, marisco y pescado, al que se añade un vino de Sanlúcar reducido y ajos asados. Además, se añade cilantro, chiles habaneros y pimienta negra que consiguen potenciar el sabor del zumo de tomates (todos de su huerta), con un toque de ponzu, Katsuobushi (un tipo de atún seco y laminado japonés) y vino tinto. Ahí es nada.

A pesar de lo amplia y compleja que es la carta de Angelita -interesantísima la manera en la que presenta su carta, dentro de un maletín con un gráfico de sabores y una delicadísima vajilla-, Mario se atreve a destacar otras dos creaciones que no deberías perderte: la Blanca Salvaje, con Sauvignon Blanc, melón cantalupo, menta, cilantro y apio; y Tierra y Mar, a base de mezcal con zanahorias asadas, alga nori, pera y pimienta de Sichuan.

Definir Angelita implica también nombrar la excelente propuesta gastronómica (a cargo de David Vilallón), con platos como los Bocartes marinados con ensalada de Panzanella, verduras, aceite y vinagre, o el Melocotón asado, sopa fría de yuzu, pesto de menta y crumble de tomillo.

C/ De la Reina, 4.

Savas Bar

Con algo más de un año de vida, Savas ya se ha hecho un nombre entre las mejores coctelerías de Madrid. Sus dueños, los lituanos Dovi y Gintas, presentan una carta corta pero dinámica. Sin excesos, buscando ante todo el equilibrio en cada cóctel. “Hacemos cócteles clásicos ligeramente reinterpretados servidos en un ambiente limpio y relajado. Sin complicaciones ni pretensiones”, nos cuenta Dovi.

Este pasado mes de julio, los long drinks han entrado en carta con el Aperol Spritz, Dry Spritz y Paloma Falsa, y según dicen: “Seguimos con las pequeñas variaciones de las recetas de los cócteles que están en la carta desde la apertura como el Gin Fizz, Bloody Mary, o el Margarita”.

¿Qué deberías probar en Savas? Para Dovi, no falla el Tom Collins, “es un clásico y es un cóctel sencillo” a base de ginebra, lima, soda y azúcar, pero tampoco puedes salir de Savas sin probar el Smoky Sour, “es una variación del Whisky Sour con un toque ahumado que damos con un almíbar de té Lapsang, panela y chile mulato”, o su versión del Bloody Mary, con 3 salsas picantes y soja dulce. Les auguramos un futuro brillante.

C/ De la Sombrerería, 3.

 

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Ginebra + lima + azúcar + burbujas = Tom Collins. #Madrid #Lavapies #cocktail #barlavapies #cocktailslavapies #cocktailsmadrid #tomcollins #Savas

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The Dash

Al lado de la Plaza de Olavide, se “esconde” esta coctelería elegante e íntima que refleja  la personalidad de su dueño, el bartender Rubén de Gracia. “Es el bar al yo iría. Es un lugar cálido, con buena música, donde se bebe bien y también se puede picar algo”.

Uno de los fuertes de la carta de The Dash es el Espíritu Mosquetero, una versión del clásico pisco sour a base de Armagnac Rabastas Blanche, Chardonay, zumo de limón, azúcar y clara de huevo y “sin duda el Nuestra ½ Combinación como aperitivo con ginebra Old Tom, Martini Rubino, Cointreau, bitter de aceituna y soda; y el Oloroso Mary, con un sherry mary y mix de especias, que está riquísimo”

Entre los planes a corto-medio plazo, está la renovación de la carta hacia algo completamente diferente y mucho más reducida, con cócteles de autor y muchos más vinos de Jerez. Además, han incorporado platos de picoteo y como novedad, siguiendo una de las tendencias que vamos a ver en las coctelerías, The Dash se lanza con 12 cócteles embotellados (irán aumentando en número).

C/ Murillo, 5.

La Santoria

Entrar en La Santoria es poner los pies en un lugar mágico, esotérico, con raíces latinas y una carta llena de “pociones” como lo define su equipo con Mariano Amor y Bernardo Bongiovanni Novinic a la cabeza. En este ambiente, recientemente ampliado, el objetivo es olvidarse de los problemas del día a día. “Somos un bar de cóctel popular”, sin complejos, en el que disfrutar del cóctel del día elaborado con lo que hayan comprado en el mercado.

Entre los must de su carta no podía faltar el Conmigo Nadie Puede, a base de pisco, menta y zumo de piña. En la lista también está Quédate Conmigo con ron, agua de coco, avellanas y menta, una opción fresca, al igual que Vence Todo parecido a una Margarita “con tequila, mezcal, lima y flores. Es cítrico y elegante” apuntan.

En cuanto pruebes un poquito de su magia no saldrás de La Santoria. Y ojo porque te vas a aficionar a la brujería de Casa Diablo, la tienda online que han puesto en marcha en la que llevarte a casa cócteles, vinos naturales y salsas picantes. Echa un ojo.

C/ Lope de Vega, 30.

Benares

En este restaurante los cócteles tienen un peso importantísimo a la hora de representar el sabor exótico de la India, con botánicos y muchas especias. Desde el equipo del restaurante Benares dejan claro que “toda nuestra coctelería es casera, tanto los zumos como los cordiales” en búsqueda de una coctelería auténtica y diferente.

¿Qué cóctel pedir? No es fácil decidirse pero seleccionamos 3 opciones para entender su filosofía de mezclar los sabores indios y productos locales. Para empezar, El Duende, con Hendrincks, vino de Jerez, cordial lemongrass, manzanilla, limón y bitter de cardamomo. Un trago refrescante al igual que El Jardín, a base de Bombay Shapphire Gin, sirope de pepino, zumo de limón, albahaca y ginger beer,. Por último, tiene un lugar destacado el Love in The Morning, con Grey Goose, licor de flor eléctrica, cordial de arándanos con vino Rioja y bitter para cerrar la noche.

C/ Zurbano, 5.

Salmón Gurú

La cola para entrar puede durar un par de horas. Salmón Gurú tiene adeptos más que clientes gracias a un ambiente distendido, un servicio perfecto y por supuesto, a una variedad de cócteles divertidos, cambiantes y para todos los paladares. La calidad del equipo de Diego Cabrera -Alejandro Cabrera, Adrián Sehob, Ricardo García y el equipazo de bartenders–  se han hecho merecedores de formar parte de   la lista de The World´s 50 Best Bar, es decir, las coctelerías más top del mundo.

Y cuando se entra en un local así, ¿por dónde se empieza? Diego Cabrera nos aconseja empezar la noche con uno de los cócteles top: el Honey Moon, a base de Pisco de la variedad Italia, licor de hierbas, mezcal, licor de flores sauco, miel de flores, zumo de limón y clara de huevo… todo decorado con pétalos de rosas y perfumado con lima.

¿Quieres más? Pues la noche sigue con un Tónico Sprenger, más que adecuado para días de calor, con vodka infusionado (o whisky escocés) con cardamomo, ginebra Tanqueray, zumo de limón, sirope de azúcar, el toque esencial de ginger ale, unas rodajas de pepino y ramitas de canela para endulzar y remover.

Imposible dejarse el otro gran clásico de la carta, el Old School Funny a base de ginebra, vermut, Martini Rubino, campari y Oporto Tawny.  Después del verano, la carta de Salmón Gurú pondrá en marcha una nueva selección de nuevas creaciones con una carta gastronómica renovada que incluye un menú de temporada variable y opciones de picoteo.

C/ Echegaray, 21.

Viva Madrid

Vuelve con una carta totalmente renovada. Ser la hermana pequeña (y castiza) de Salmón Gurú no es fácil. Sin embargo, esta taberna tan singular (una joya del s.XIX) tiene nombre y apellidos propios, y una carta de cócteles “que cubre prácticamente todos los gustos y está dividida en cócteles afrutados, sours, refrescantes, fuertes y sin alcohol”.

Para empezar la noche, el Greck Citrics es uno de los favoritos de Diego Cabrera por ser una receta sencilla y refrescante a base de vodka, pepino, zumo de piña y limón y hierbabuena. El otro gran destacado del bartender es el Our Groni, con gin Plymouth macerado con albaricoque y pimiento chipotle, campari, vermú Martini Fiero, Amer Picon y sal ahumada. Y como la carta está diseñada para todo tipo de paladares, los adictos al dulce tienen en el Orange Blossom, un aliado para continuar la noche con una explosión de sabor de zumo de naranja, almíbar y ginebra. El maridaje gastronómico no se queda atrás con una nueva carta que incluye 6 platillos con propuestas muy madrileñas como la Gilda, la Ensaladilla rusa ahumada o el Sándwich La Movida, de chorizo y queso manchego.

C/ Manuel Fernández y González, 7.

Harvey´s

Su estilo está claro “el equilibrio es nuestro principio básico. A esto hay que añadirle, una cuidada selección del producto y siempre hay una clara intención de sorprender” nos cuenta Eduardo Gutiérrez, mixólogo de unas de las mejores coctelerías de Madrid.

En Harvey´s nos envuelve la atmósfera de las coctelerías clásicas de Estados Unidos de los años 50, y su carta respeta igualmente esos grandes clásicos que abarcan el Bloody Mary, o el Margarita y creaciones más vanguardistas como El cóctel de Cynar, o el Elder Negroni.

“Siempre nos inclinamos por hacerlo sencillo, a veces con muy pocos ingredientes puedes ofrecer mucho” apunta Eduardo. Para estos días, proponen cócteles de tipo aperitivo, como el Mosto Amaro, a base de fino de Jerez, Amaro y agua de tónica.

Si te atreves con un cóctel más sofisticado, el bartender tiene claro que una elección perfecta es el In the Mood for you, de sabores cítricos gracias a la fruta de la pasión y las notas mentoladas y herbales del Fernet Branca y el Chartreuse verde. Cuentan con servicio a domicilio.

C/ Fuencarral, 70.

1862 Dry Bar

Es un placer entrar. Ubicada en pleno Malasaña, la coctelería 1862 Dry Bar brilla con una propuesta marcadamente clásica. “A nosotros nos gusta decir que hacemos «cocktails like they used to be», nos comenta Alberto Martínez, dueño y bartender. Tanto el nombre, que hace referencia al año en que se publicó el primer libro sobre coctelería de la historia, «How to Mix Drinks or the Bon-Vivan’ts Companion«, como sus cócteles estrellas -el Gin Fizz, Sherry Cobbler, Chilcano o Daiquirí- todo en 1862 Dry Bar respira un estilo old school. .

Aunque nunca es fácil escoger, el Viejísimo Adonis tiene un protagonismo especial en la carta a base de Amontillado VORS, vermouth de Jerez, East India Cream y bitter de naranja. El otro cóctel por el que Alberto se decanta es el Fetiche Negroni, “es una versión del clásico Negroni más ligera y refrescante del Negroni, servida en copa de cocktail y con un toque de flor de saúco y cordial de lima”.

Por cierto, el Dragón Amarillo (anteriormente mencionado en Santos y Desamparados) también está presente en 1862 Dry Bar como uno de los best sellers. Ahrora en septiembre, llegan nuevos cócteles. Atentos.

C/ Del Pez, 27.

Del Diego Cocktail Bar

Mítica, familiar, profesional. La coctelería Del Diego forma parte del paisaje de Madrid, “una coctelería con mucha alma” apunta Fernando Del Diego. “Los cócteles que más nos definen y que continúan en nuestra carta son el Gimlet, el Dry Martini y el Negroni. Para nuestro gusto son elegantes, clásicos y perpetuos en la historia de la coctelería”

Parece una elección perfecta (entre las más de 100 opciones de su carta) para entender esta coctelería pero no pierdas de vista los recién llegados a la carta como el clásico rescatado Aviation, con ginebra, marrasquino y crema de violeta,  o el Bramble, ginebra, zumo de limón, licor de moras. Apunta también el Ginger Light Time, a base de mezcal jengibre rallado, zumo de lima, triple seco y un golpecito de azúcar, es una delicia y con un toque picante. Aquí, no fallas nunca.

C/ De la Reina, 12.

Cuéntanos… ¿cuáles son para ti los mejores cócteles de Madrid? ¿y tus coctelerías preferidas?

Foto de portada: Unsplash.

Sandra

Periodista made in Madrid. Enamorada del chocolate y del café. Como con los ojos y odio las calorías. Muy fan del salmón. Busco tesoros culinarios.

3 Comentarios

  • Ali dice:

    El Edén de Huertas en Calle Huertas 67, La piña colada y el Mojito son de los mejores de Madrid

  • Ana dice:

    Santa Maria y BadCompany sin duda!!

  • Francisco dice:

    Gracias Sandra. El paraíso será un cóctel. También me gustan las señoras viejas y elegantes que pronuncian: «…venimos de un cótel…». He leído que el cóctel es un apaño durante la ley seca de USA para disimular malos destilados caseros. Este tema me gusta: cómo un mal resulta disparador de un bien mejor. «Hemingway» mejor que Hemingwey pero vamos que lo último que soy es un cascarrabias de la ortografía. Muerto de ganas de volver a las calles y al ocio. ¡Gracias!

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