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Si la semana pasada te recomendábamos un nuevo restaurante mexicano, esta hacemos lo propio con un nuevo japonés, curiosamente también perteneciente a un grupo mexicano (Grupo Costeño), que nos ha gustado mucho. Hablamos de Hotaru (luciérnaga en japonés).

Se trata de un ambicioso proyecto que combina la tradición del sushi más purista, con una visión más libre de la gastronomía japonesa. Según lo denomina el chef Alejandro Pérez (creador del concepto), se trata de «sushi contemporáneo».

Y lo hace en un espectacular espacio, con una gran barra con capacidad para unos 12 comensales como auténtica protagonista del local. Allí es donde tuvimos que elegir lo que pedimos de su extensa carta.

En ella, vas a encontrar desde Sashimis, Nigiris, Makis, o Temakis que elaboran en barra (los auténticos musts en Hotaru), una interesante selección de entrantes como los Taquitos crispy de salmón, hasta platos calientes cocinados en la robata (con especial mención a sus brochetas). Todo ello trabajando producto local y adaptándolo a la cocina japonesa.

Sin más, y para que te sirva de guía, pasamos a contarte lo que pedimos en esta última visita Hotaru (ya llevamos 3, estamos enganchados).

Empezamos con los Edamames, y una impresionante Brocheta de brócoli (con salsa dulce y mayo spicy), no dejes de pedirla.

Después, un gran Sashimi de ronqueo. Apunta, en orden: Akami, chutoro, ventresca, y kama-toro (parpatana).

Después, los Tacos crispy de salmón, salmón con spicy mayo, aguacate, aceite de trufa y tobiko, todo dentro de una masa frita de wonton; y pasamos a la sección Makis, con el Corvina Roll, con salmón, aguacate, lechuga, corvina, wasabi mayo y salsa ponzu, y el Zazu Roll, con langostino en tempura, pepino y salsa Tiger, atún, tobiko, cebollino y salsa mayo trufa. Espectaculares y suculentos ambos makis.

Ya entrados en materia, le siguió una buenísima selección de nigiris. Primero, Lubina con yuzu kosho y salsa nikiri, y Corvina flameada reducción de ponzu, nikiri, Mayo trufa chile serrano y sal y pimienta.

Otros tres nigiris que debes apuntarte en tus notas para cuando vayas. Nigiri de pez mantequilla, con tartufata y cebollino, Nigiri de vieira en dos temperaturas (magistral), y Nigiri de salmón salvaje flambeado.

Dinalmente, dos fuera de carta, ojo, que los van a mantener durante todo el mes de febrero. Nigiri de setas enoki con trufa rallada, y el Temari de chutoro con salsa tartufata.

De postre, (posiblemente lo más flojo en Hotaru) el llamado Mostachón de nutella, un gochísimo pastel helado con crumble de arroz inflado con chocolate, para compartir al menos entre dos.

Hotaru llega a Madrid pisando fuerte, con ganas de hacerlo muy bien, y causando muy buenas sensaciones a los amantes de la gastronomía japonesa, tanto en su formato más tradicional, como en su lado más actual. El local es un espectáculo, y su barra bien merece ser visitada para empaparse bien de la experiencia. La selección de nigiris, así como el sashimi de ronqueo, es impecable, y lo mismo sucede con sus diferentes brochetas (la de brócoli es una locura), y con todos los dos makis que probamos. El ticket rondará los 90 euros/persona, muy en relación con la calidad de la propuesta.

Apunta, los martes noche llevan a cabo un ronqueo (despiece del atún rojo) en directo, mientras explican cada paso a los comensales.

Aquí tienes su web, y aquí puedes seguirles en Instagram.

C/ Alcalá, 99.

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David

Buena dentadura, estómago de hierro, casi dos metros y un metabolismo maravilloso... una máquina de comer. Alguien tiene que hacerlo, así que como y bebo como loco para después contártelo y que vayas a tiro hecho.

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