Existe un dulce capaz de volvernos locos, tan solo con verlo comenzamos a salivar imaginando el sinfín de contrastes dulces y ácidos, desde la primera cucharada de la famosa «lemon pie» (más conocida como tarta de limón con merengue) hasta la última. Por esta razón y con motivo del Día Internacional del Limón, que se celebra hoy 30 de septiembre, os vamos a chivar un listado de restaurantes, cafeterías, pastelerías (e incluso una heladería), que nos parecen auténticos lugares de peregrinaje para los amantes de las tartas de limón en Madrid.
Comenzamos…
Lakasa
Todos sabemos que en la casa del chef César Martín se come muy bien. A Lakasa se va a disfrutar del respeto por el buen producto, y de su elaborada cocina de temporada. Pero además es que sus postres completan el momento «gochi feliz» a la perfección.
Siempre que vamos a Lakasa, acabamos pidiendo su Tarta de limón. La presentan con una base de galleta, sobre la que montan una sublime crema de limón, tan dulce como cítrica, y un cremoso merengue ligeramente dorado. Tenéis la opción de pedir media ración y ración entera, con precios que rondan entre los 5,50 euros y los 8 euros. En Lakasa aseguran que su tarta de limón y merengue es un homenaje a los forofos del limón. Os aseguramos que después de que os decidáis a probarla, será muy probable que os inscribáis en el club de fans de este postre, al que nosotros ya pertenecemos desde hace tiempo.
Pl. del Descubridor Diego de Ordás, 1.
Roostiq
En el restaurante Roostiq comenzaron petándolo con sus torreznos maridados con champagne, y después fueron sus pizzas las que se volvieron virales en las redes (son ya unas de las mejores de Madrid). Su herramienta principal es el fuego, elemento con el que realzan el sabor de cada plato y lo convierten en algo extraordinario. Pero, ¿sabíais que aquí también podéis tener un final feliz los que sois fans de las tartas de limón y merengue? Pues sí. En la tarta de Roostiq el merengue lo conquista todo. Su cremosa y muy dulce porción es elaborada sobre una pasta sablé, que acompañan con un licor de limón no apto para todos los gustos. La «muy merengona» tarta de limón cuesta 8 euros y es perfecta para los más golosos, ya que se inclina más hacia sabores azucarados que cítricos.
Os advertimos de que existe una indescriptible sensación adictiva, que os va a impedir compartir equitativamente este postre con alguien más.
C/ Augusto Figueroa, 47.
Cristina Oria
Siempre que pasamos por una de las tiendas de productos gourmet, o por algún restaurante de Cristina Oria, el local y la terraza están llenos. Este es el claro reflejo de su éxito, y de porque la apodan «la reina del gourmet».
Entre los productos más populares de Cristina Oria encontramos su Tarta de limón, y por esta razón hemos ido a comernos una porción con deliberada urgencia. Lo que es diferente en esta tarta, es la acidez en su relleno de limón y la textura semicuajada que consigue todo el protagonismo gustativo en la boca. Cristina elabora una base casera crujiente y monta y decora su tarta, con un merengue que no endulza demasiado.
Podéis comprar la tarta entera por 28 euros para 6 u 8 personas, o comer una porción por 6,50 euros en su restaurante.
C/ Conde de Aranda, 6.
La Prima Lejana
La Prima Lejana es un pequeño obrador en el barrio de las Letras, cuya fachada en colorblock siempre invita a entrar. Lo que hace más irresistible a este obrador es la apuesta por productos de temporada y la colaboración con proveedores locales, así como la cercanía y pasión que ofrecen a sus clientes cada día.
Mientras esperábamos a decidir qué íbamos a merendar, Alba colocó a nuestra vista una tarta de limón con merengue recién hecha, algo que nos facilitó mucho más la elección.
La tarta de limón, lima y merengue, es toda una fantasía visual. Está elaborada con una base de crujiente pasta sablé, por encima, una suave crema de limón y un toque de lima. A todo esto le sumamos el merengue tostado con el que vais a relameros sin parar. La porción cuesta 4 euros, pero además podéis encargar la tarta completa con 48 horas de antelación, ya sea vía Instagram, en su web o por teléfono, por 30 euros.
C/ Lope de Vega, 7.
La Merendona
Recordar las meriendas de la abuela, es el “flashback” más habitual que nuestro niño interior experimenta. María y Eduardo lo saben, y por ello han querido llevarnos a ese dulce momento con sus tartas y bizcochos de elaboración artesanal, sin sabores artificiales y solo con ingredientes naturales.
En cuanto nos hicimos con uno de los codiciados huecos de su local en busca de nuestra merendona, no pudimos perder de vista la tarta de limón que había expuesta en la vitrina. El sabor a almendra en la base de crujiente galleta, fue el primer estímulo que llegó a nuestros paladares. El merengue tostado es un auténtico «pegalabios», nada empalagoso y muy equilibrado con la acidez de la crema de limón.
No hay excusas, ni existe impedimento para que la tartaleta de limón con merengue flambeado de La Merendona os pueda alegrar el día. En su tienda física, o para llevar, encontraréis por 24,50 euros la tarta de 8 a 10 raciones, o la versión mini por 4,50 euros.
C/ General Pardiñas, 3.
La Carbonera
«Quesos, vinos y buena comida», así definen ellos mismos su proyecto. La Carbonera es un rincón muy especial, donde puedes perder la noción del tiempo con su variada y estructurada carta de quesos.
Pero la chef Marité Madrid también os da más opciones en su carta, para dar un descanso quesero a vuestra alma ratona. Ya solo os falta una buena copa de vino, y el postre. ¿Sabíais que La Carbonera ofrece su versión de la tarta de limón desde que abrieron hace 6 años?
Marcelo Álvarez, creador de este bar de quesos, nos asegura que tiene fieles seguidores. Os animamos a acabar vuestra degustación de quesos con esta magnifica tarta de merengue italiano y ralladura de lima. En el relleno, una crema de limón que no es ni muy dulce ni demasiado ácida. Os quedareis con un prolongado buen sabor de boca.
C/ Bernardo López García, 11.
Marmitón
En una estrecha calle de La Latina encontraréis este bistró que los chefs Pablo Sánchez y Gonzalo Zarcero abrieron en febrero de 2020. Con muchas ganas y cariño completan su carta, más bien corta, con platos tradicionales pero reinventados gracias a los conocimientos que ambos chefs adquirieron en su trayectoría internacional y nacional.
Su cocina sencilla y de temporada nos emocionó, y esta emoción se multiplicó al leer «Lemon pie» en su carta de postres (6 euros). Llegó a la mesa presentada en una pequeña cazuela amarilla, en versión deconstruida. La clásica pasta sablé es sustituida por un crumble de almendra, la crema de limón es totalmente académica, y culminan con merengue seco y ralladura de lima. Afirmamos que vais a hundir la cuchara en la cítrica versión de Marmitón, que se desmarca de los habituales esquemas reposteros.
C/ De las Aguas, 6.
La Primera
En el número uno de Gran Vía se ubica el restaurante La Primera, uno de los cuatro restaurantes pertenecientes al grupo Cañadío en Madrid. Seguramente si revisáis en redes los hashtags más utilizados como: #tortilladepatatas, o #tartadequeso, muchas de las imágenes que se presentarán en vuestra búsqueda pertenecen a platos elaborados en alguno de los restaurantes del grupo.
Nosotros hoy, vamos a descubrir las bondades de otro de los platos más pedidos en La Primera, la Tarta de limón de «La Maruca». Entre las 50 cosas que hacer en Madrid una vez en la vida, debe estar comerse un trocito de esta tarta en La Primera. En cada porción de este postre, la base crujiente sostiene una crema de limón con persistencia cítrica sin endulzar demasiado. Pero lo realmente característico, es el merengue dulce, etéreo y nada convencional. Su precio es de 7,50 euros y es encumbrada, desde hace tiempo, como una de las mejores de Madrid.
C/ Gran Vía, 1.
Limbo
Limbo es un asador moderno en el amplio lobby del del céntrico Bastardo Hostel, con una carta corta y sencilla que el chef argentino Javier Brichetto (también en Piantao) ha estructurado en torno a su protagonista, un horno cisterna diseñado para la cocción de su aclamado pollo asado.
Además, junto al asador, podéis convertir en «meeting point» su cervecería, donde encontraréis más de veinte tipos de cervezas, con un socorrido pica pica.
Entre todas las posibilidades de este planazo gastro, esta en su carta de postres, la “Lemon Pie” de Limbo. Se trata de un vaso de cristal en el que debéis hundir la cuchara hasta el fondo. En esta Lemon Pie de 6 euros, vais a encontrar la galleta de mantequilla desmigada entre la crema de limón y el merengue quemado. Su sabor cítrico es totalmente equilibrado, la textura es una delicia y no empalaga. ¿Preparados para hacer ruido con la cuchara al más puro estilo de los yogures de cristal de nuestra infancia?
C/ San Mateo, 3.
Motteau
En una calle del Barrio de las Letras, hace esquina la pequeña pastelería llamada Motteau. Cada una de las creaciones de su fundador Juan Manuel D’ Alessandro tienen alma francesa y argentina. El respeto por la materia prima y la elaboración en el mismo local a la vista del cliente, convierten los desayunos, postres o meriendas de Motteau, en algo muy prometedor.
Las variadas tartas y tartaletas, y el delicioso aroma a pastel que flota en el ambiente, os va a llenar de dudas cuando estéis en el mostrador. Nosotros hemos vuelto a pedir, otro día más, una de nuestras tartaletas favoritas de Madrid, la tartaleta de limón y merengue de Motteau.
No es casualidad que sea todo un «best seller», visualmente la crema de limón asoma entre el precioso y tostado merengue, el sabor y la textura nos parecen celestiales e indescriptibles, y el equilibrio entre todos sus ingredientes es pura maestría.
C/ San Pedro, 9.
Cientotreinta Grados
En la panadería Cientotreinta Grados, todos los días se acaba el pan, pero aquí no solo el pan es extraordinario. En su mostrador encontrarás croissants, tentadoras palmeras, tartas y bizcochos, así como uno de sus productos más característicos, el babka.
Pero nuestra misión hoy es la de contaros que aunque no veáis entre su dulce oferta la tarta de limón, podéis encargarla con un coste de 24 euros. La tarta de los hermanos Miragoli se compone de una masa azucarada francesa muy utilizada en las bases de tartas y tartaletas, llamada pâte sucrée. Otro de los detalles que es diferente en esta buenísima «lemon pie», es el generoso y desordenado merengue que va a conseguir que os imaginéis metiendo el morro en la tarta, antes de que os sirvais una porción.
A día de hoy no es fácil encontrar en sus vitrinas la tartaleta de limón y merengue, aunque nos han chivado que quizás algún que otro día si pasáis por su obrador, os llevéis una grata sorpresa.
C/ Fernando el Católico 17.
La Vanduca
Es el turno de La Vanduca, una taberna moderna y cosmopolita de ·alma andaluza y cocina non-stop«. Su carta es sencilla e informal, con platos que se sirven en medias raciones o raciones completas. Otro de los secretos de su éxito es la estratégica localización, pues está a dos pasos de la Puerta de Alcalá.
Cuando en La Vanduca pensaron en los postres que poder dar a cualquier hora del día, buscaron una oferta que a todos gusta y a nadie decepciona. Obviamente hay una tarta de limón y merengue en su carta, cuya porción es de merengue quemado y uniforme, un merengue que es incluso más cremoso que la crema de limón. Es una tarta pensada para todos los paladares y nada pretenciosa, y que cuesta 6 euros y medio.
C/ Columela, 2.
Maison Glacée
El bonus track va para los helados de Ricardo Vélez. Unos helados de autor elaborados con ingredientes de primera calidad, y con una selección de originales sabores por los que merece la pena hacer cola cada día en su puerta.
El helado de Lemon Pie de Maison Glacée, es bastante cítrico y refrescante, pero además es suave y cremoso. No podéis pasar por alto la oportunidad de acompañarlo con su famoso barquillo, que eleva este sabor ausente de la clásica pasta sable. Dos generosas bolas caben en cada cucurucho (que calientan y dan forma en el momento), y los precios van desde los 4 euros, dependiendo de si preferís tarrina o cucurucho. Sin duda, este helado tenía que estar en esta selección, así como en nuestro ranking con los mejores helados de Madrid.
C/ Alcalá, 77 | C/ Ibiza, 42.