Desde que conocimos el trabajo del chef Ariel D´Avila, en un pequeño puesto del Mercado de la Cebada hace más de dos años, siempre hemos estado pendientes de sus pasos, y sabíamos que en no mucho daría el salto a tener un local independiente. Hace apenas unos días nos enteramos de que acababa de abrir un nuevo proyecto (en el Barrio de Chamberí), que en este mandaban tanto el sushi como la robata (parrilla japonesa) a partes iguales, y claro, salimos corriendo a conocerlo. Esta semana te hablamos de Nanako.
En este recién inaugurado restaurante japonés, cuyo nombre, Nanako, hace referencia al nombre con el que le llamaba su madre cuando era pequeño (curiosamente suena pero que muy «japo»), Ariel (ex Sacha, ex Punto MX, es D.O.M. en Brasil) da rienda suelta a su creatividad y su buen hacer con las técnicas japonesas.
Aunque en la carta predominan su sección de Nigiris, Uramakis, Hosomakis, Temakis y Sashimis, también llama la atención la parte de la Robata, Pollo campero, pluma ibérica, pulpo, panceta…, y finalmente «Algo más…», donde el chef propone platos como Gyozas, Tartar de O-Toro, o incluso un Curry japonés de langostinos.
Nuestra recomendación, sin ninguna duda, es que te animes con su menú Omakase (o lo que es lo mismo, ponerte en las manos del chef) como hicimos nosotros. Un menú que, con un precio de 44 euros, es todo un espectáculo en el que se entrelazan elaboraciones de sushi con originales brochetas a la parrilla, como pasamos a contarte ahora, plato a plato.
Empezamos con un Aperitivo (que cambia diariamente), un Salteado de arroz, con calamares, setas y un toque picante.
Seguimos con una Gyoza de langostino con shitake, y un SiuMai de cerdo con verduras.
Después, Ariel sorprende con un magnífico Sashimi variado, con caballa curada, atún rojo, atún toro y salmón.
Breve incursión hacia la robata (porque luego seguimos con los nigiris) con una Brocheta con pez limón, vieira y lubina, todas con diferentes marinados.
A esta brocheta le siguieron varios Nigiris. El primero, Nigiri de lubina, sisho, limón y sal.
Segundo, el Nigiri de calamar.
Tercero, espectáculo en Nanako. Nigiri de o-toro.
Cuarto, el Nigiri de atún con tuétano flambeado.
Y el último (nos habríamos comido 30 más), el Nigiri de salmón flambeado con cebolla quemada.
Seguimos con más robata, con una brocheta de Pulpo con Sichimi togarashi, aceite y sal.
Brocheta de panceta, con pimiento italiano y cebolla encurtida.
Brocheta de corazón de gallina (al estilo brasileño) con vinagreta y farofa.
Y finalmente acabamos con el Curry japonés de langostinos.
De postres, dos maravillas que para nada bajan el nivel general en Nanako. Piña osmotizada en mojito de sisho, y Mousse de maracuyá con fresas confitadas y anacardos.
Salimos de Nanako encantados, por volver a encontrarnos con Ariel y comprobar que está en muy buena forma, y porque cada plato que probamos nos gustó más que el anterior. Desde sus especialidades más notables, los nigiris o el sashimi, hasta las buenas brochetas que se saca de la manga en su adorada robata (le vuelve loco, como a nosotros).
Un gran bombo dentro de un menú degustación Omakase que, a un precio de 44 euros, va a dar mucho que hablar en Madrid. Puedes optar por tomar el maridaje de vinos, muchos de ellos italianos, por 26 euros más, pero nosotros no lo hicimos. Ya nos contarás cuando te pases por allí… Puedes reservar en el 675 523 174.
Por si quieres seguir más de cerca la pista de Nanako, aquí mismo te dejamos su perfil en Instagram.
C/ Raimundo Lulio, 24.