Seguramente hayas oído hablar más de una vez de la Slow Food, pero tal vez no tengas claro lo que es, yo te lo explico.
Se trata de un movimiento “réplica” de la fast Food, que se originó en Italia hace ya 30 años, y que aboga por los productos naturales, las recetas locales, y sobre todo por comer despacio, saboreando cada bocado y siendo conscientes de lo que estamos degustando.
Esta es la principal premisa de Slow Mex, un restaurante mexicano donde usan esta comida como base principal, pero adaptando recetas de otras culturas, aderezándolas con este rollo Slow Food.
Esta es la fórmula que ha hecho que con apenas 7 meses de vida, ya se haya hecho un hueco en la colmada escena gastronómica madrileña, más en concreto, “malasañera”.
Un local amplio y luminoso, acogedor, que fusiona cierta estética industrial con toques retro, usados en su justa medida. Y algo que nos ha encantado, tienen una gran variedad de cervezas artesanas de todo el mundo.
La carta está dividida en Starters, Tortas, Burritos, Tacos Trillizos, Platos vegetarianos y Postres. Y para seguir con la tradición, pedimos prácticamente uno de cada. Os contamos.
De entrante, unos Chilaquiles verdes con pollo y huevo frito. Este platillo típico mexicano tiene base de totopos (tortas de maíz), está bañado en chile verde, y además tiene queso y pollo. Una buena forma de empezar a entrar en calor (pica, lo justo, pero pica), aunque eso sí, echamos de menos un poco más de pollo en la ración.
Para regar, Mark (el encargado del local), nos propuso dos cervezas, una Gary & Esti (Garagart) y una Shizun (Panda Beer), con un toque de jengibre. Perfectas para darle frescor a todo el tema que ibamos a probar.
Después fuimos a por los Tacos Trillizos, de Pescado frito en especias cajún con pico de cítricos y salsa de yogur y menta. Ese pescado jugoso, rebozado cajún y salsa de yogur… buena mezcla si señores.
Pasamos al burrito, que Mark nos sugirió que fuera el Burrito de Pechuga de pollo marinada en zumo de lima y salvia, con arroz, frijoles, queso, crema agria y pico de gallo dentro de la tortilla de trigo… este burrito está de muerte. Solo con esto ya puedes comer, nosotros es que somos de otro planeta.
Y por último la Torta de Pato con chutney de mango, pan ciabatta relleno de crema de frijoles y queso, con un pato sabrosísimo, y el toque dulce del chutney, mira que el burrito es top, pero ¡creo que me quedo con este plato!.
Y de postre, un Brownie de chipotle con helado de café, nunca habíamos probado un brownie con base picante (el chipotle es un tipo de chile, ahumado), y la verdad es que está muy muy bueno.
En resumen, Slow Mex conjuga muy bien esa fusión de culturas y sabores exóticos que promete, mientras que mantiene la esencia de la filosofía Slow Food, con una cocina hecha con mimo, a base de ingredientes naturales en todos sus platos. Prueba de ello es que a pesar de la contundencia de nuestra comida, a las dos horas estábamos como nuevos.
Aquí tienes su web, Facebook, Twitter e Instagram:
Horario:
LUNES – JUEVES: 13:00-16:30 19:30-01:00
VIERNES: 13:00-16:30 19:30-02:30
SABADO: 13:00-02:30
DOMINGO: 13:00-01:00
Pásate por Slow Mex y nos cuentas qué te parece, ¿ok?, ya sabes… #slowyourday.