Parte de nuestro trabajo en Con El Morro Fino consiste en catalogar y buscar palabras clave para identificar la comida y los restaurantes que vamos probando. Siempre intentamos encontrar la palabra más acertada posible que identifique ese plato tan rico que nos ha gustado, y después de todo este tiempo ¿sabéis qué palabra es la que más se repite? Mediterráneo.
Vivimos en una zona del mundo con una calidad y una variedad gastronómica increíble, desde las costas españolas hasta las italianas, la variedad es inmensa y las posibilidades en la cocina casi infinitas. Por eso, cuando nos dijeron que habían abierto en Madrid un italiano que servía «comida italiana… pero con un toque mediterráneo diferente«, queríamos comprobar con nuestro paladar la interpretación que le habían dado estos chicos a nuestra palabra estrella.
Hoy os hablamos de La Casa dei Pazzi.
Este restauante, situado en pleno barrio de Chueca, está regentado por Davide, un joven italiano muy atento que te recibe con una sonrisa y te sabe explicar todos los platos y sus ingredientes al dedillo, es un apasionado de lo que hace y se nota. Con él en la barra, otro italiano simpático trabajando, Claudio.
En La Casa dei Pazzi, además de todo lo que os vamos a contar a continuación, tienen un clásico que no puede faltar, las pizzas para llevar. En la misma puerta os podéis encontrar con un cartel que invita a encargarla, y una carta para que eches un vistazo allí mismo.
Su carta es variada, tienen antipasti, pasta, pizzas, etc… todo lo que cabría esperar en un italiano, pero también tienen otros platos que marcan esa diferencia de la que os hablábamos antes: se trata de platos que quizá no tienen tradición italiana, a los que les han incluido algunos ingredientes italianos, consiguiendo platos mediterráneos en general, con toques muy personales de su tierra.
Nos sentamos al final del local y, viendo que Davide controlaba bastante, nos dejamos recomendar por él para probar de todo un poco y salir de allí con una visión más completa. Mientras tanto, nos sirvieron un aperitivo clásico, una Focaccia con reducción de pesto de albahaca (apta para veganos porque no lleva ni piñones ni queso) y pesto de tomate seco de Sicilia con aceite. Y para beber, una cervecita típica italiana.
El primero de los platos fueron unas Croquetas de mozzarella, aceitunas y albahaca que estaban riquísimas, muy crujientes por fuera, suaves por dentro y perfectas para combinarlas con la salsa de tomate seco que ponen como acompañamiento, que tiene un sabor muy intenso.
Somos animales de costumbres, así que nos pedimos unas copas de vino tinto para acompañar, y como nos dieron a elegir, David se tomó un Aglianico de Beneventano, y yo un Montepulziano D’abruzzo, ambos italianos, el primero con más cuerpo, estructura y sabor, y el segundo algo más ligero y con un toque ácido de fondo. A los dos nos gustó más el Aglianico.
De segundo, Davide apostó por un plato que, en un primer momento no nos apetecía demasiado… hasta que le hincamos el diente: unas Alcachofas con queso Taleggio y pinzimonio, que es una especie de vinagreta de verduras. Incluso si no te gustan las alcachofas, deberías probar este plato porque te va a sorprender, no sabe demasiado a alcachofa, sino que combina el sabor con el queso y el pinzimonio de una manera casi perfecta. Nos somos fans de la alcachofa, y sin embargo esta nos gustó mucho.
A continuación nos trajeron un Milhojas de berenjenas rebozadas, salsa de tomate, mozzarella y albahaca fresca. Este plato típico del sur de Italia es como una lasaña, pero en lugar de pasta utilizan las berenjenas y esto lo hace un plato menos pesado. A mí personalmente la lasaña no me entusiasma en absoluto, se me hace muy pesada, y de este milhojas me habría comido otra ración. ¡Ojo! Es un plato muy rico pero te tiene que gustar el queso porque tiene y sabe bastante.
Como os podéis imaginar, empezábamos a estar un poco llenos… y llegó la pasta, unos Paccheri a la boloñesa de cordero. Es una pasta de trigo duro que se suele cocinar con una salsa potente, en este caso con boloñesa de cordero, que es una carne un poco más fuerte de lo normal. Es una boloñesa diferente, tiene un sabor intenso, pero no es demasiado fuerte ni la carne sabe a cordero en exceso, la verdad es que estaba todo muy equilibrado. De nuevo otro plato muy sabroso, todos mantenían un mismo nivel y eso nos gusta.
Estuvimos a punto de cancelar el siguiente plato porque no podíamos más, pero las palabras de Davide fueron «tranquilos, no hace falta que os lo comáis todo, yo os lo saco y lo probáis». Y vaya si lo sacó, una enorme Pizza de mozzarela, queso gorgonzolla, espinacas y tomate natural. La masa era fina, el sabor a espinaca estaba bastante presente y lo que para nosotros fue el punto fueron los tomates sin pasar por el horno, que le daban un toque de frescura. De todos los platos, este quizá es el que menos nos entusiasmó, quizá por ser más sencillo que los que ya habíamos probado. Creemos que con estas pedazo de pizzas, lo lógico es un entrante, una pizza y te vas a casa más que feliz.
Quedaba un último plato, y francamente no estabamos en disposición de disfrutarlo de lo llenos que estábamos… pero nos equivocábamos. Un Tataki de atún en base de boletus y tomate seco, con queso laminado, pesto verde y pesto rojo… ESPECTACULAR, en serio, nos quedamos alucinados. Los trozos de atún eran generosos, se deshacían en la boca y además tenían un toque muy especial: estaban envueltos y cocinados en una panceta que le daba aún más sabor. Sinceramente, no le hacía ninguna falta el acompañamiento, el atún de por sí ya estaba delicioso. Seguramente, el plato estrella de la noche.
Ya que estábamos a punto de explotar… ¿porqué no unos postres? Tiramisú y Tarta Caprese, apta para celíacos, con el 55% de chocolate amargo. El tiramisú lo sirven en un vaso pequeño porque es muy consistente, a mí me gustó bastante y eso que el tiramisú…ni fú ni fá. La tarta caprese es una especie de tarta de Santiago con chocolate, se nota mucho el sabor a almendra amarga y no se hace nada pesada.
Ah, y rematamos con un chupito de Amaro, un licor típico de Italia.
La Casa dei Pazzi tiene un ticket medio de 20/25 Euros (tomando postre y chupito) y nos ha traído a Madrid parte de la gastronomía Italiana… y algo más. El uso de productos típicos de Italia en otro tipo de platos, o de ingredientes nacionales en platos típicamente italianos, le dan un punto a esta nueva propuesta gastronómica que nos llamó la atención y por eso lo hemos querido traer aquí.
Os dejamos su web, su Facebook, su Twitter y sus datos de contacto para que vayáis a probarlo:
C/Pelayo 19
910123933/645310680
PD: cuando paséis por allí (porque tenéis que probarlo), preguntad por Davide y decidle que los habéis conocido a través de nuestra web, seguro que os trata de maravilla de principio a fin.
El mejor restaurante italiano que hemos visitado últimamente. Nos encantaron sus pizzas y sus fagottini di zio Andrea.
Nos alegramos de que te haya gustado.
Un abrazo Óscar!
¿Os quedasteis con hambre no? Jajaja…no lo conocía y ya lo tengo apuntado para ver si en julio vamos a probarlo xD
Ja ja ja, de hambre nada Ana, se portaron muy, pero que muy bien con nosotros. Hacedles una visita y no olvidéis probar esas alcachofas, las croquetas, el paccheri… ya estoy salivando otra vez xD xD.
Estamos muy contentos de que os gustara todo!! Volved pronto!!
Gracias a vosotros, fue un placer conoceros y, como habréis leído, disfrutamos un montón de vuestra cocina 😉
Un abrazo y mucha suerte!