Una de las cosas que más me gusta de estar colaborando en Con el Morro Fino, es que de vez en cuando me sacan de excursión, como cuando fui a Pepita&Grano.
Pues bien, la semana pasada tuve el placer de ir a The Sibarist Property & Homes para conocer una manzana llamada Kanzi. No me extraña que la manzana sea el fruto del pecado porque madre mía, con estas manzanas cultivadas en los valles de Italia, tienen un color, un aroma, un sabor…
Soy una apasionada del mundo healthy, cuando dejé de fumar me planteé dejar todo aquello que era en cierto modo tóxico para mi, e inevitablemente mi alimentación cambió muchísimo.
Creo que ahora soy mucho más consciente de lo que como, así que descubrir un poco más sobre el Mindfullnes y tener el honor de hacer una mini sesión fue todo un placer.
El Mindfullnes es tener consciencia en el momento en el que estás, hacer las cosas con presencia y lo pusimos en práctica con algo tan sencillo como comer un trozo de manzana, algo que has hecho mil veces, sí… pero os prometo que pensar de dónde venía la manzana, olerla, saborearla con la mirada y degustarla con atención plena hizo que aquel pedazo de manzana me supiera totalmente diferente.
El resto del evento fue genial porque creo que todos tomamos consciencia y pudimos disfrutar un poquito más si cabe del sabor de todos los platos del gran chef Mario Sandoval, todos ellos con las manzanas Kanzi (cruce de manzana Braeburn y Gala), con esa piel brillante y esos tonos rojos y verdes tan llamativos, como protagonistas.
Me fascina cómo de algo tan simple como una manzana se pueden generar experiencias tan completas.
Fue una mañana muy agradable en la que aprendí que una manzana puede aportar tanto en vitaminas y nutrientes mucho más de lo que yo pensaba y que a veces, lo más sencillo es lo que más poder tiene.