Viaje a Asturias – El Molin de Mingo

Como ya sabes, estamos centrados en Madrid, es nuestra casa, y es donde más sitios conocemos y podemos recomendar, pero de vez en cuando, y solo cuando merece mucho la pena, le dedicamos tiempo a sitios que nos encantan fuera de Madrid.

Este es uno de esos sitios que un buen «morro fino» no puede perderse al visitar Asturias. Y mira que en Asturias se come bien casi en cualquier sitio, pero lo de El Molín de Mingo va un poquito más allá.

Solamente llegar al restaurante ya se convierte en una odisea, está dentro de Peruyes, pero bien adentro. Una vez llegas al pueblo, comienza una carreterilla y después un camino durante varios kilómetros, que parece que no va a acabar nunca.

Lo malo que tiene eso es que según vas avanzando, y piensas que debes estar a punto de llegar, tus expectativas crecen, y crecen… pero lo bueno es que cuando sales de allí, sales emocionado. Os pasamos a contar el por qué de nuestra emoción.

Se trata de un antiguo molín, rodeado de verde y montañas, donde parece que el tiempo se detiene. Un riachuelo, una decoración perfecta, un día soleado… a pesar de lo que nos había costado llegar, la cosa prometía.

Como aperitivo, empezamos con una Crema de queso Gamonéu. A nosotros, que somos unos amantes del queso, nos encantó en textura, aroma y sabor.

Como entrantes, en primer lugar unas Croquetas de compango, el compango son los embutidos que usan para hacer la fabada, así que os podéis imaginar cómo están las dichosas croquetas, tenían un sabor increíble. De las mejores que hemos comido nunca.

Y después una Ensalada de bonito con pimientos. El producto que tienen aquí es excelente, y esta ensalada, con lo sencilla que es, está espectacular.

Pedimos una Fabada para compartir entre los 6. Posiblemente sea la mejor fabada que hemos comido, y mira que en Asturias la comimos casi a diario… pues esta es muy posible que se lleve la palma.

Y después, trajeron un Pitu con patatas, y un Pitu con arroz. El chico que nos atendió, se sonreía al ver nuestras caras al ver la dimensión y cantidad de las raciones. Ambas eran para dos personas, pero prácticamente podían haber comido cuatro personas de cada ración de pitu. Por si no conocéis el pitu, se trata de un pollo criado en los pueblos, de esos que van sueltos y felices, son más grandes que los de granja (pueden pesar de 3 a 4kg), de carne más roja y prieta. El pitu mientras vive es feliz, y eso se nota en su sabor, ambas raciones estaban exquisitas.

Ya andábamos tocados, pero no pudimos resistirnos a pedir postres, y no solo uno, sino tres.

La Tarta de la abuela, los Frisuelos rellenos de crema de queso y toffee caliente, y el Arroz con leche. De estos tres, el que más nos gustó fue el Arroz con leche, aunque los otros dos también eran tela.

No pedimos vino, porque si no la vuelta por ese camino se iba a complicar más de la cuenta, pero sí pedimos agua, cervezas y refrescos, y el ticket por persona salió a 33 euros. Para la cantidad de comida que es, la calidad del producto, y el entorno que rodea al Molín, realmente es regalado.

Como te decíamos al principio, si vas a Asturias tienes que visitar este restaurante tan especial, saldrás emocionad@, ¡seguro!

Aquí tienes su teléfono, y la dirección, con ir a Peruyes ya sabrás cómo llegar, aunque eso sí, te costará 😉

985 922 263

PD. Esperamos que vayáis y nos deis vuestra opinión… Ah, y no olvidéis decir que vais de nuestra parte, ¡seguro que os tratan genial! Mil gracias por leernos 😉