Si hay dos hermanos en Madrid que parten la pana en esto de dar bien de comer, son Sergio y Roberto Hernández. Te cuento. Les conocimos en La Chusquery (están fuera de este proyecto hace ya años), después les seguimos la pista al poco de abrir Latasia, su gran casa de comidas donde fusionan a la perfección la gastronomía latinoamericana y la asiática, y ahora nos hemos pasado por su último hit, se llama Taramara, y si eres (como nosotros) fan de lo que hacen los Hernández, deberías ir cuanto antes.
Esta vez han pasado de zonas céntricas y se han ido hasta el barrio de Hortaleza. Se han instalado en un local lleno de luz, lo han dividido en varias zonas, y lo han decorado con un rollo que nos ha gustado mucho. Nada de moderneces ni rollos, un espacio sencillo pero sofisticado, Una atmósfera en la que reina la calidez, y que te invita a quedarte horas… y eso fue lo que hicimos la semana pasada en Taramara.
En cuanto a su cocina, su «claim» es bueno, y es real: Producto, criterio, sabor. Sí amigos, estos tíos son muy serios y ya han demostrado en varias ocasiones que saben lo que hacen. Han viajado y trabajado en medio mundo, tal cuál, y en sus cartas se ven estas influencias de aquí y de allá. En Taramara los hermanos Hernández siguen en cierto modo la línea de Latasia, pero también ofrecen platos con un corte algo más tradicional. Para todos los gustos, eso sí, siempre con coherencia y sabor. Ya mismo pasamos a contarte lo que pedimos.
Comenzamos con un aperitivo, una Gyoza con morcilla y manzana, que así de primeras te hace pillar muy bien el rollito Taramara.
Para empezar con el funky, una Ensaladilla «Latasia». Sí, es la misma que puedes encontrar en Latasia… chicharro marinado, camarones fritos y tobiko, con lo buenísima que está, ¿para qué la iban a tocar?
Seguimos con uno de los obligatorios en Taramara, su Ceviche limeño. Llevan mucho tiempo haciéndolo, y se nota. En otras muchas cartas no, pero aquí SÍ tienes que pedirlo. Es obligado.
Después, un Steak Tartar de jabalí… de escándalo por cierto.
Y por qué no, unos Tacos al pastor, con guacamole, nata agria, cebolla encurtida y piña. ¿Ves? En Taramara se atreven con todo, y estos tacos también están que se salen.
Cambiando de tercio por completo, un Arroz meloso con panceta ibérica, trigueros, setas y lascas de bacalao al pilpil. Muy complicado decidirse por un plato, pero seguro que este está entre los básicos.
Y otro giro más, ahora con un Pez mantequilla, con patata, yuca frita y causa peruana.
Y para acabar, un Lagarto ibérico salteado con ajetes tiernos y cebolletas encurtidas. Buen «punch» para irnos a casa calentitos y con ganas de volver a por más.
De postre, una Capuchina rellena de crema de limón, con merengue y helado de caramelo salado. Pues eso, fino fino.
Encontramos lo que fuimos buscando, incluso alguna sorpresa más. Una interesante carta, pensada para compartir y pegarte un buen viajazo de sabores, nunca tan bien dicho. El restaurante Taramara acaba de nacer, pero sus creadores, los hermanos Hernández, llevan tiempo dando guerra… así que ya mismo se ha convertido para nosotros en uno de esos infalibles a la hora de salir a comer sin tener que meter el coche en pleno centro. Aquí vas a comer rico (que para eso estamos aquí) y bien de precio, ya que tienen un ticket de unos 35 euros por persona, más que correcto teniendo en cuenta el nivelazo y el garitazo que se marcan en este gran restaurante. ¡Ya estás tardando!
Por si quieres seguir la pista a Taramara, aquí tienes su web, Facebook, e Instagram.
Avenida de los Arces, 11.
Fotos: Gregorio González.
Espectacular!
Allá voy…!
Genial, ya nos contarás!
He estado mirando tu blog y la verdad queria felicitarte, es muy util. Me gusta tus articulos.
Hola Carlos,
Muchas gracias por tu comentario, así da gusto!
Un abrazo
Un blog muy creativo! 🙂
Muchas gracias Silvia, besos!