Mediados de Julio, mi chica y yo con jaleo para aburrir, y nuestra hija Noa lleva ya un mes sin cole. Solución: me llevo por ahí a la morrito fino… que como es una máquina de comer (y de hacer fotos), se puede conciliar de lujazo. Ya es una más del equipo, no hay nada que me mole más. Eso fue exactamente lo que hicimos la semana pasada, coger a la pequeña por banda y llevárnosla a Taberna y Media, un sitazo del que nos habían hablado maravillas.
Y es que aun no estando «en primera línea de playa», es decir, en la calle Menéndez Pelayo (junto al Retiro), sí está muy cerca y en plena milla de oro gastronómica madrileña. El chef José Luis Martínez, quien comenzó su andadura en los fogones con 16 años en Casa Lucio, y su equipo llevan 2 años y medio dando de comer a sus clientes, muchos de ellos fijos y enganchados a un recetario que, dentro de la tradición, consigue un girito más que interesante, un toque de distinción que aporta mucha personalidad a cada uno de los platos que salen de su cocina.
Nos sentamos pues en la mesa del fondo, Noa pilló su cámara (la podéis ver ahí con su diadema de gatita), y nosotros la nuestra… y nos preparamos para la que iba a ser una gran experiencia, incluso superando las expectativas de lo que nos habían contado.
Comenzamos con sus increíbles Torreznos crujientes de Fuentidueña, receta de la familia de Jose Luis. Son torreznos, pero a la vez no son torreznos. Están hechos con papada a baja temperatura. Otra liga, jugosos, crujientes… ¡absolutamente brutales!
Pasamos a sus famosas Bravas cremosas de Alejandro, que vienen a ser como unos buñuelos de patata, con salsa brava (derivado del mojo picón) por debajo. De nuevo, como en los torreznos, es una vuelta de tuerca de un clasicazo. De las mejores que recordamos. De hecho nos comentaban que hay gente que viene exclusivamente a por las bravas, y no nos extraña.
Y después, unas Setas shitake, salteadas con soja a baja temperatura, con alioli con ajo suave, y ligero toque de miel… tostado por encima. Otro de los Musts de Tabrerna y Media, ya iban 3 de 3.
Seguimos con unas Alcachofas confitadas, rellenas de brandada de bacalao, por debajo una salsa de bacalao y tomate.
Y el Lomo de Merluza con estofado de cachón y guisante lágrima, con un crujiente de pan de remolacha. Jose Luis nos seguía demostrando con este pescado que es como el Rey Midas, lo que toca lo convierte en oro 😉
Por último, un Cochifrito con ajos morados, tomillo y lima. Hacen el cochinillo al vacío, lo deshuesan, después hacen un rulo, lo cortan en medallones y lo fríen en aceite de ajo. Increíble bomba de sabor, pero a la vez no se hace pesado. Pura magia en Taberna y Media.
De postre acabamos con otro acierto más, una Torrija cremosa de anís con helado de vainilla.
La sonrisa de Jose Luis delata lo satisfecho que está con su proyecto, y no es para menos. Aquí todo se hace con mimo, desde el trabajo de sala hasta cada plato lleno de esa tradición renovada que sale de sus fogones, y esto los clientes lo notan y lo premian con más visitas. Así de sencillo, y de complicado al mismo tiempo. Con Taberna y Media estamos ante un gran descubrimiento, y uno de los básicos ya no solo de la zona de Retiro, sino de todo Madrid. Con un ticket que rondará entre los 30 y los 35 euros por persona, y más de 20 referencias de vino por copa, esta pequeña taberna (ojo, que no hay muchas mesas) tenía que ocupar un puesto de honor entre nuestra selección personal, ¡es un sitazo!
Para que les sigas la pista, aquí os dejamos la web de Taberna y Media, su Facebook y su Instagram.
C/ Lope de Rueda, 30.
918 675 842
Fotos: Gregorio González.