Hace unas semanas me preguntaban cuál era mi japonés preferido en Madrid, y claro, la respuesta varía principalmente en función de lo que te quieras gastar. Tienes al gran Kabuki Wellington, al 99Sushi Bar, Miyama, también están Kappo, Kirikata, Gaman, Umiko… pero la verdad es que sí que hay un buen temario en Madrid. No habíamos probado aún en Umo, que abrió hace tres meses con mucho bombo, así que había que ponerle remedio. Todo por nuestros seguidores.
El lugar elegido para la ubicación de este restaurante ha sido el Paseo de la Castellana, justo en frente de Bibo, y el rollo que le han dado en cuanto a la estética no nos puede gustar más, buena superficie (400 metros cuadrados) una gran barra, techos altos, gran banda sonora, y mucha luz en este gran esquinazo con 13 enormes ventanales. El ambiente y la decoración mucho distan del clásico minimalismo japonés, a mi me dio muy buenas sensaciones nada más entrar.
Los chefs a los mandos de Umo son Hugo Muñoz (ex Kabuki Wellington, y ex KaButoKaji), y Mariano Barrero (ex NODO, y ex Filandón), es decir, dos pesos pesados de la gastronomía japonesa en Madrid, además de ser dos ex vecinos de mi antiguo barrio según hablé con Mariano. Ambos tienen la premisa clara de trabajar técnicas de cocina tradicional japonesa, entre los que se encuentra la famosa (en Japón) Robata, que viene a ser lo que aquí conocemos como parrilla, y de ir jugando siempre con el producto y la temporada.
Os vamos contando ya mismo lo que pedimos de comida, y de bebida, ya que en este caso optamos por cuatro cócteles, al ser estos una de las apuestas más claras en Umo, y al maridar perfectamente con este tipo de gastronomía con sus cítricos, picantes, y diferentes sabores refrescantes. Aviso, si aún no has comido, prepara el babero.
Para abrir boca, una Margarita Asiática (Tequila Don Julio, Yuzu, Jalea de yuzu y jengibre y clara de huevo), y un Burbujas de Pasión (Bombay Sapphire, Sirope de fruta de la pasión, Zumo de Lima y Tonica de hibiscos). Muy buen nivel.
Y sin más, empezamos con unas Ostras francesas con salsa ponzu.
Seguidas de vainas de Edamame picante a la parrilla, que entraron como pipas.
Después, un Tartar de atún picante y algas gallegas. Siempre tienen algún tartar hecho al momento. Pídelo, por Dios.
Uno de los hits en Umo son sus Gyozas, estas fueron de de pintada en pepitoria.
Pasamos entonces a de sus Nigiris. Ojo con sus cocina en crudo (si puedes pide barra). Primero el Nigiri de panceta, huevo frito y migas de panko.
Y segundo, el Nigiri frito de steak tartar, que es una auténtica locura, posiblemente fue lo que más me gustó.
Y antes de las elaboraciones en robata, a las que, por cierto les teníamos especial ganas, dos cócteles más. Un espléndido Asia Fizz (Ginebra Jinzu, Sirope de sake a la lima kaffir, Zumo de lima, Lichis y coco, Soda de naranjas, jengibre y chiles thai).
Y el llamado Ni Kito Ni Pongo (Ginebra Beefeater, Elixir de especias y lichis al toque asturiano, Jalea de Yuzu y Jengibre, y Tónica Schweppes de Té Matcha).
Pasamos a las Albóndigas de atún al josper con salsa de tomate al carbón y katsuobushi. Enorme plato.
Y el último principal, la gran Costilla de vaca vieja gallega glaseada con puré de patata y pak choi braseado.
De postre, dos de sus classics. La Tarta de Queso del tio Rikuro. Nada que ver con la famosa tarta de queso que tienes en tantos restaurantes. Esta es esponjosa como ella sola.
Y por último, para acabar una redonda experiencia en Umo, su Torrija de croissant caramelizada con helado de haba tonka.
Esta ha sido una de las aperturas más sonadas del año, y no nos extraña, porque es, desde ya, uno de los restaurantes japoneses de visita obligada en Madrid. En Umo se han tenido en cuenta, y muy bien, varios conceptos como la decoración (Proyecto Singular), la coctelería con la firma de Carlos Moreno, y por supuesto, una sólida apuesta gastronómica con Hugo Muñoz y Mariano Barroso como responsables del proyecto, que nos acerca a la tradicional, pero desconocida en España, robata (parrilla japonesa), así como a grandes platos donde ponen en práctica sus conocimientos «japo-mediterráneos» en algunos de los mejores restaurantes japoneses en este campo, como son Kabuki Wellington, o Nodo. Con un ticket que rondará los 50-60 euros por persona (según lo que se te vaya la mano con los cócteles, que cuestan alrededor de 10 euros cada uno), Umo es un restaurante al que, según sales por la puerta, te dan ganas de programar la siguiente visita, así que para ellos va nuestra última recomendación semanal del 2018. El año que viene ya sabres, a seguir, a saco, #conelmorrofino.
Aquí tienes la web del restaurante Umo, y su perfil en Instagram.
Paseo de la castellana, 43.
910 888 840
Fotos: Gregorio González.