Es difícil explicar las ganas que teníamos de volver al tajo. Tras tres meses de obligado parón, en los que lo poco que podíamos hacer era probar restaurantes en casa, no veíamos el momento de ponernos al lío de nuevo para hacer lo que mejor se nos da hacer, comer, y si nos gusta lo que probamos, recomendártelo a degüello. Teníamos muchas nuevas opciones sobre la mesa, pero el proyecto que más nos llamó la atención (bien llamada por cierto), era Fayer, un restaurante que fusiona, con el fuego como hilo conductor, el recetario de la cocina israelí y la parrilla argentina. Abrió tres días antes de la debacle, y que acaba de volver a abrir, como te voy a ir contando, para asegurar el disfrute a los que nos gustan las cosas bien hechas.
El chef argentino Mariano Muñoz, quien cuenta con años de experiencia desarrollando este mismo proyecto en Buenos Aires, se ha venido al barrio de Chamberí para sacar adelante, con ayuda de la asesoría gastronómica de Ansón&Bonet, este original y cuidado restaurante (cuenta con el interiorismo de Alejandra Pombo), donde la experiencia gastronómica, que te llevará de viaje a Israel y a Argentina a la vez, es redonda.
Dos culturas históricamente muy unidas, se encuentran en una carta está dividida en tres secciones principales, los Mezze (entrantes), con clásicos de la cocina de Israel como el Hummus, Baba Ganoush, Falafel, o Kibben con piñones; Tannur (horno), de aquí tienes que pedir las Empanadas de Pastrón; y Parrilla (la sección más argentina) con Ojo de Bife, Entraña, o su brutal Pastrón con hueso, entre otros. Te contamos ya mismo lo que pedimos, abróchate el cinturón, que vienen curvas.
Empezamos con los Mezze, con un espectacular Falafel, servido con labneh (queso de yogur) y tahina (pasta hecha a base de sésamo). Sin duda de los mejores, si no el mejor, que hemos probado. Tal cuál.
Seguimos con otro de los hits de Fayer, su Kibbeh con piñones. Una especie de croquetas extra crujientes, con su toquecito de limón, buenísimas.
Saltamos a la sección de Horno para probar sus Empanadas de pastrón (pastrami), costillar de novillo extra tierno, macerado durante 10 días en una mezcla de especias, se ahuma en frío, y después se asa a baja temperatura. Cuando vayas y la pidas, nos mandas un DM por Instagram y nos cuentas.
Y volvemos a los Mezze, porque apetecen todos, con otro plato Baba Ganoush, por si no conoces este plato, es una pasta a base de berenjena ahumada que fusiona perfectamente la cocina árabe y la mediterránea. En Fayer, Mariano lo borda.
Más Mezzes, cómo no… su Hummus clásico, tremendo, sin un «pero».
Seguido de dos pescados, el primero su Pez limón ahumado con labneh y encurtidos, y el segundo, un Tiradito de besugo al estilo Eilat.
Después, y lamentándolo mucho, no pudimos entrar a matar con el Pastrón con hueso (volveremos), pero sí atacamos a su sección de Parrilla, con su Entraña de novillo de la pampa argentina, acompañado de una de sus guarniciones, su Coliflor Fayer, elaborada a la parrilla, y acompañada con tahina de hierbas (adictiva) y salsa de tomates ahumados especiada con hawayij (mezclas de especias molidas).
De postre, como íbamos tocados solamente pedimos uno, su Baklawa de almendras, pistacho y nueces. Este famoso pastel elaborado con frutos secos bañados en almíbar (ojo, el dulce está muy compensado), dentro de una finísima masa filo.
Salimos de Fayer llenos de sensaciones positivas. Por un lado por el hecho de haber vuelto a nuestras queridas andadas (ya sabes que llevamos más de 7 años recomendándote un restaurante a la semana), y por otro por haberlo hecho en un destino que desde ya se ha convertido en toda clara una referencia en lo que a gastronomía israelí, y a carne a la brasa también, se refiere. Mariano domina el fuego, y este es el nexo de unión para una carta sólida y atrevida a partes iguales, llena de sabores auténticos tanto de Oriente Medio como de La Pampa. Un proyecto que va a dar mucho que hablar, y con razón, en Madrid. Con un ticket medio que rondará los 35-40 euros por persona (nosotros nos fuimos a los 50, pero salimos rodando), este restaurante promete darnos muchas alegrías desde ya, a pesar del trastabillado inicio que provocó el dichoso Covid19.
Ya nos contarás cuando te pases a verles… y ya sabes, la semana que viene volveremos con más recomendaciones (si quieres suscribirte a nuestra newsletter aquí mismo puedes hacerlo).
C/ Orfila, 7.