Ahora sí que sí, los termómetros nos empiezan a ofrecer temperaturas infernales. Es posible que hayas sentido que las ganas por todo brillan por su ausencia, y que estás más irascible que de costumbre. Y es que el calor, como afirma el psicólogo Jesús Matos, nos pone a prueba. “Se trata de un cambio importante en nuestro medio, y como tal, el cuerpo tiene sus mecanismos para intentar adaptarse. Cuando las temperaturas se elevan, el cuerpo reacciona con estrés para intentar sobrevivir”. Es decir, que lo queramos o no, el calor cambia nuestra conducta.
Temperaturas cercanas a los 40 grados, o incluso superiores, provocan que el cuerpo exteriorice síntomas de cansancio, tanto físicos como psicológicos. Y es aquí, como indican los expertos como Matos, cuando el cerebro empieza a reaccionar con emociones como la ansiedad, el estrés, la impaciencia y el mal humor. Por eso es importante “intentar distraerse de la sensación de calor, ya que focalizar la atención en las respuestas fisiológicas hacen que las respuestas emocionales ante las altas temperaturas sean más intensas, más duraderas y más frecuentes”, comenta el especialista.
Y con respecto a cuestiones más culinarias, ¿qué ocurre? Pues que el calor parece haber matado el apetito, y el problema es que lo único que se nos ocurre ingerir son cosas fresquitas y bebidas refrigerantes para combatir el sofocón. Pero… ¿es esto lo que necesita nuestro organismo? Vamos a descubrir qué comer cuando hace calor.
Huye del frío
Hablando con Luis Hidalgo, dietista-nutricionista y Presidente del Colegio Oficial Dietistas-Nutricionistas de Murcia (CODINMUR), descubrimos que los alimentos que están a menor temperatura no nos refrescan ni nos alivian del calor, por mucho que tu percepción inicial, como la del resto de los mortales, sea esa. “Es un error que se suele cometer en esta época del año: el consumo masivo de alimentos que están a baja temperatura, como bebidas azucaradas y helados cremosos. Pensamos que van a refrescarnos, pero no solo no hidratan, sino que además provocan el efecto contrario”.
La culpa de ese efecto boomerang se debe, en parte, a su contenido en grasa ya que en el momento de digerirla, o mejor dicho, para poder hacerlo, el organismo produce energía en forma de calor. Y si bien la primera sensación es de fresquito, durante el proceso de la digestión aumenta nuestra temperatura corporal y acabamos experimentando más calor. Amén, de que, además, a la larga, “el abuso de su consumo provocará un aumento en el porcentaje graso total que conlleva un aumento de peso”, comenta el experto. Es decir, adiós a la operación bikini en mitad del verano.
Desde otro punto de vista muy interesante, el de la Medicina Tradicional China, también se defiende la teoría de evitar siempre los alimentos muy fríos en pleno verano. “Estos retardan la función de los órganos internos. En la cultura oriental, de hecho, el helado sería lo más nocivo cuando hace calor. En China es común que cuando se pide agua, incluso en la época estival, se sirva templada o caliente. Nunca fría”, explica Antonio Quesada, profesor de la Escuela Superior de Medicina Tradicional China (ESMTC).
Los alimentos que están a bajas temperaturas, no solo no nos hidratan, sino que además provocan el efecto contrario. Clic para tuitear
“Apagar el fuego con fuego”
Es uno de los dichos populares en Oriente cuando se refieren a aplacar las altas temperaturas tomando alimentos picantes. Sí, sabemos que te puede sonar a contrariedad pero, como indica Quesada, es una costumbre muy usual en países como India, o incluso México y Marruecos. “Allí las comidas suelen ser muy picantes y calientes. Ellos saben que eso te equipara a la temperatura ambiente, equilibrando y adaptando el organismo a la zona”, afirma. Esto se debe a que algunos de los compuestos de los alimentos picantes, como la capsaicina de los pimientos y las guindillas, estimulan los receptores de dolor de nuestro organismo asociados al calor.
Rápidamente, el cerebro interpreta que está subiendo la temperatura corporal y que ha de activar uno de los mecanismos internos más eficaces para bajar el fuego interno: la sudoración. De este modo, la piel consigue enfriarse y regular la temperatura corporal. Es decir, que aunque te parezca descabellado, probablemente en los días de más de 35 grados, la solución no pase por un sorbete de limón ni por una horchata gélida, sino por una sopa de noodles bien especiada, a tope de curry y cayena. Comida Spicy. Créetelo.
Aunque suene descabellado, en los días de más de 35 grados, es mejor comer algo caliente y picante, antes que un sorbete. Clic para tuitear
H20 en cualquier formato
Si los refrescos azucarados fríos y los helados no son precisamente los mejores aliados en verano, ¿cuáles son? En primer lugar, el agua natural, y si es con unas gotas de limón natural, mejor. Y en general, cualquier alimento que aporte una gran hidratación. Es decir, frutas y verduras, especialmente, como indica Antonio Quesada, las de temporada. En cuanto a las primeras, el experto en medicina tradicional china recomienda para esta época el aguacate, la cereza, las ciruelas, las frambuesas, el limón, la naranja, el melón, la sandía y, en especial, los higos.
Y también, ocupando el pódium de las prioridades saludables en estos meses, la judía verde, la cebolla, el calabacín y la calabaza. “Siguiendo la teoría de los 5 elementos de la Medicina Tradicional China, el verano pertenece al órgano corazón, que a su vez está asociado al elemento Fuego. Lo que debemos procurar es que este órgano esté en equilibrio. ¿Cómo lo conseguimos? Por un lado, controlándolo, gracias al Riñón (elemento Agua) que reacciona sobre él; y por otro, manteniéndolo en óptimas condiciones gracias a la influencia del Hígado (elemento Madera). Esto explica la importancia de las frutas y verduras, ya que por un lado aportan un alto contenido en agua (control sobre el fuego), pero también proporcionan vitaminas, minerales y fibra que son indispensables para mantener el fuego del corazón encendido”, explica el profesor Quesada. Es decir, que cuando el sol aprieta y calienta debemos echar mano de alimentos que hidraten y reduzcan el calor corporal, pero que también nos ofrezcan la energía necesaria para seguir rindiendo.
Encontrar el equilibrio
No pienses que la recomendación es simplemente fruta y verdura para desayunar, comer y cenar. No. Aunque sea recomendable para mantener el organismo hidratado y con una buena base de minerales y vitaminas, no es lo más apropiado, ya que esta dieta podría ocasionar el riesgo de alterar la estructura nutricional saludable de una alimentación completa en la que hemos de incorporar proteínas, cereales e hidratos de carbono. “El verano es una época en la que se suele cocinar menos platos de puchero y más platos a la plancha, por ejemplo, y esto al final puede conllevar un desequilibrio en la Dieta Mediterránea”, indica el doctor Hidalgo. Y no tiene por qué ser así.
En esta época también se pueden elaborar platos fríos que incorporen legumbres; cereales como arroz o quinoa; pasta o patata. “Estos platos tipo ensaladas que combinan los alimentos mencionados, no solo son apetecibles y rápidos de hacer, sino que nutricionalmente resultan muy completos. Y son además, el acompañamiento perfecto de una fuente proteica ya sea carne blanca o pescado a la plancha. O huevo, en el caso de que lo añadamos a la propia ensalada”, opina el dietista-nutricionista.
El verano es una época en la que se suele cocinar menos platos de puchero y más platos a la plancha. Esto puede conllevar un desequilibrio en la Dieta Mediterránea. Clic para tuitear
Ahora, que ya tienes más claro qué comer cuando hace calor, cuéntanos… ¿cuál es tu comida favorita en verano?
buenas recomendaciones para no comer cosas que no debemos en esa estacion y preocurar nuestra salud ara no dañarnos.
Llámame loco pero… Dame una buena silla y una buena cerveza y olé! Lo tengo finiquitado jejje.,
Pero ¿y estas tonterías sobre la medicina tradicional china? ¿alguien puede leer el párrafo de los 5 elementos y los órganos internos sin morirse de vergüenza ajena? Moler cuernos de rinoceronte, arrancar aletas de tiburón y extraer bilis de osos vivos no sólo es una salvajada si no que además NO FUNCIONA.