Para picotear entre horas, para preparar una buena comida o para guardar el tupper de mamá con la cena… el frigorífico forma parte de nuestra rutina y se nos hace difícil imaginar una cocina sin él.
Los primeros intentos por refrigerar la comida se remontan a finales del siglo XIX y es a partir de los años cuarenta cuando se masifica su uso. Mucho ha pasado desde entonces y la tecnología y el diseño quieren dar respuesta a nuevas necesidades como la correcta conservación de los alimentos o el ahorro energético.
Los nuevos frigoríficos ya están aquí, ahí van siete neveras que no te dejarán indiferente.
Futurista
Este frigorífico podría haber sido ideado por Isaac Asimov pero no, no es ciencia ficción. Este bio- robot mantiene los alimentos a su temperatura idónea envolviéndolos en una cápsula de bio gel inocuo para el ser humano. No necesita puertas y el consumo energético es mínimo. Ha sido diseñado por el ruso Yuriy Dmitriev para Electrolux y estará disponible a partir de 2050…
Vintage
Un frigorífico puede ser algo más que un electrodoméstico. ¿Por qué no mostrarlo como si de un mueble antiguo se tratara? Esta es la idea de The vintage frise company, fundada en 2009 en Estados Unidos. Restauran antiguas neveras de principios del siglo XX, manteniendo la estética de la madera de estaño o de zinc y aislándolo en su interior con corchos y placas. El resultado es espectacular, eso sí, hay que preparar un mínimo de 10.000 dólares. Donde esté un buen clásico…
Bajo tierra (@weltevree)
Un frigorífico subterráneo en el jardín. Así lo ha ideado el diseñador holandés Floris Schoonoerbeerk para el estudio Weltevree: como si de un pequeño bunker-despensa se tratara, este frigorífico se instala a un metro de profundidad sin necesidad de electricidad, lo que sin duda, supone un ahorro energético y económico. Tiene capacidad para 500 kilos de comida y gracias a su material aislante mantiene los alimentos 10-12ºC. Está disponible esta primavera por 7.450 euros.
Ecológico
¿Estamos seguro de que guardamos los alimentos correctamente? ¿cómo evitamos que la comida se estropee? Bajo estas dos premisas Fabio Molinas, premiado con el James Dyson 2013, ha diseñado este frigorífico llamado Oltu, una nevera que aprovecha el calor del motor para la evaporación y refrigeración manteniendo en la parte superior 3 pequeños totems donde guardar la fruta y la verdura.
Panel de abejas
El diseñador Ben de la Roche fue finalista en concurso International Electrolux Design Lab en 2012 con el diseño de Impress, una nevera formada por hexágonos en los que introducir las botellas o los platos para enfriarlos. Con una leve presión se introduce el producto y se mantiene a la temperatura adecuada. Su diseño recuerda al de un panel de abejas permitiendo un cambio de distribución e incluso de lugar del panel.
Jihyun_Ryou y David Artuffo se pararon a pensar y observar cómo colocamos los alimentos en el frigorífico y se dieron cuenta de que muchas frutas y verduras pierden sus nutrientes y sabor debido al frío o a su posición. Por eso idearon una nueva forma de conservar la comida: a modo de estanterías y a la vista: un cajón mantiene en la oscuridad a las patatas mientras que en la parte superior se guardan las manzanas, las zanahorias se mantienen en posición vertical (tal y como germinan) y con arena que controla la humedad.
De siempre
Si las anteriores se escapan del presupuesto, no tenemos espacio o son demasiado vanguardistas, podemos sacar partido a la nevera aplicando una pintura de pizarra que nos permita dibujar y escribir en ella. Otra opción, divertida y práctica, es el vinilo adhesivo, como las simpáticas caras diseñadas por Javier Arroyo para Chispum.
Si somos lo que comemos, nuestras neveras serán siempre el fiel reflejo, así que cuéntanos cuál escogerías para tu cocina y qué productos no faltan en ella… ¡estamos como locos por conocerte mejor!.