Rioja es una zona vitivinícola que todo el mundo conoce y, al parecer, casi todo el mundo consume. Bien, porque es una de las regiones con una amplia gama de vinos con precios muy, muy atractivos. Un lugar perfecto para encontrarse con variedades, sabores y territorios. La selección de 10 vinos de rioja por menos de 20 euros que os traemos hoy es una prueba de la diversidad y diversión que se puede encontrar bebiendo riojas asequibles, y a la vez ricos y con mensaje más allá de insulsas producciones en serie.
La Bicicleta Voladora 2019, 8,40€
Un precio imbatible para lo que encierra la botella. Germán R. Blanco, un tipo inquieto y vivaracho que, además de elaborar vino, dice que sabe cocinar, empezó creando tintos en Ribera del Duero, Quinta Milú, y el bonito proyecto de Casa Aurora en el Bierzo.
Su incursión en Rioja la hizo en Bicicleta Voladora (un poco como E.T.), del que este fue su primer vino (ahora cuenta con un crianza) y de la mano de un amigo suyo, Javier Colio, conocedor del viñedo en la parte navarra de Rioja (el nordeste de la región amparada por la Denominación de Origen), formó un tándem perfecto que apuesta por elaborar vinos ligados al territorio, de viñedos que cultivan distintos viticultores.
Por primera vez, Germán prescinde el viñedo en propiedad y se lanza con este pequeño gran vino al mix Rioja, una arena donde hay mucha competencia pero donde La Bicicleta Voladora ya se ha hecho un lugar entre los vinos de los que hay que tener en casa cuatro o cinco botellas, por lo menos.
Se elabora, por el empeño personal de Germán, sin tocar la madera, ya que fermenta en Flextank (una suerte de enormes garrafas de un material poroso que permite que el vino reciba ínfimas dosis de oxígeno) y se cría siete meses en depósitos de hormigón y huevos Fextank (del mismo material que los anteriores, pero con forma ovoide, lo que facilita que el vino alcance fácilmente una agradable redondez. Todo el procedimiento es natural, como el propio elaborador, y el resultado es un vino donde la fruta está pletórica, los aromas silvestres y florales son adictivos y tiene mucha frescura y vivacidad en la boca. Vamos, una joyita. AQUÍ MISMO puedes comprarlo.
Cantos de Valpiedra 2016, 8,90€
Es la puerta de entrada a la filosofía “single vineyard” de la familia Martínez Bujanda, fundadores y propietarios de esta bodega de Fuenmayor (La Rioja Alta). Una apuesta clara por la frescura y las notas más seductoras de la tempranillo que cultiva la familia en el meandro junto al río Ebro.
Se elabora con uva de viñedos de distintas parcelas y se afina en barrica durante 12 meses. Además, esta añada se considera de calidad superior por la bodega y, encima, el precio es como para atreverse a probarlo: aromas de frutas negras, intenso, ligeramente especiado y con una mineralidad que acentúa su finura.
Es un clásico renovado para servir sin complejos en cualquier mesa. AQUÍ MISMO puedes comprarlo.
Sierra Cantabria Crianza 2017, 8,90€
He escuchado decir de la familia Eguren, una saga de viticultores de San Vicente de la Sonsierra, que no hacen ni un solo vino malo. Y eso, teniendo en cuenta que no solo elaboran vinos en Rioja, también en Toro (donde crearon el famoso Termanthia, primer vino de la región que consiguió 100 puntos Parker y, donde tras vender esa bodega, crearon Teso la Monja con no menos éxito de crítica y público) y en Castilla- La Mancha (con la marca Protocolo), es decir bastante, y más teniendo en cuenta la diversidad de zonas de las que hablamos.
Pero sin duda alguna, el territorio natural de los Eguren es Rioja, donde se mueven con maestría y donde han creado vinazos como Finca el Bosque o La Nieta, un poco más inalcanzables (por precio y por escasos) que este crianza, un tinto de tempranillo con sabor intenso y todo el carácter riojano que le imprimen estos viticultores de raza. Los Eguren son amigos de la intensidad, de la concentración, y este crianza va en esa línea, es carnoso, frutal, maduro. Para amigos de los tintos de peso. AQUÍ MISMO puedes comprarlo.
Muga Fermentado en Barrica 2019, 10,40€
Recuerdo que la primera vez que tomé este vino fue en una boda y lo más que recuerdo de él, además de su nombre, es que en las mesas, las botellas no paraban de bajar y bajar. El espacio era el Hotel Echaurren en Ezcaray, y el momento, el enlace de unos muy buenos amigos. Esto contribuye, sin duda, a dejar un buen recuerdo en mi mente, pero la realidad es esta: si las botellas bajan de nivel, es que el vino está bueno, no es por la alegría de la boda, porque se derramen por las mesas o cualquier otra causa.
Así que sí, el vino está bueno. Avales, tiene, desde luego: la familia Muga, que lleva desde los años 30 del siglo XX dedicándose a esto en el emblemático Barrio de la Estación de Haro. Viura con un pequeño aporte de garnacha blanca y malvasía riojana conforman este vino que se fermenta (como su nombre indica) en barricas de roble, donde también reposa en contacto con sus lías tres meses. Lo justo para dar lugar a un vino redondo, con el peso justo en la boca y atractivos aromas de fruta fresca y notas minerales. Cada trago es un gusto, por su equilibrio, por su frescura… Y por que está muy bueno. AQUÍ MISMO puedes comprarlo.
La Montesa 2017, 12,40€
Añada complicada que, en buenas manos, puede convertirse en un vino muy por encima de la media. Así ocurre con este tinto elaborado con garnacha de Rioja Oriental en su práctica totalidad (tiene un pequeño porcentaje de otras variedades) que, pese a que la vendimia se adelantó hasta en 20 días, sale airoso de la prueba de fuego.
Con el calor del año, la añada se puede calificar como mediterránea, es decir, madura, carnosa, con notas especiadas y herbáceas. Sin embargo, el conocimiento garnachista del equipo que lidera Álvaro Palacios en la bodega familiar hace de La Montesa una apuesta segura, incluso en años chungos como este pintaba a en sus primeros meses.
Se elabora de modo tradicional y procede de viñedo ecológico y se cría durante 12 meses en barricas. Un tinto carnoso pero con una apreciable finura, redondez y fruta muy agradable gracias a la variedad con la que se elabora, y que encuentra en esta zona este de la Denominación de Origen Calificada uno de sus mejores terroirs. AQUÍ MISMO puedes comprarlo.
Remelluri Lindes de San Vicente 2016, 13,40€
Este tinto nace como un reconocimiento, más que homenaje, a los viticutores de Rioja que contribuyen con su labor a mantener viñedos y, sin embargo, pasan desapercibidos porque sus nombres no se reflejan en las etiquetas, pese a ser esenciales para mantener muchas de las viñas mágicas que siguen en pie en este país.
La familia Rodríguez, fundadora de la bodega, con Telmo (hijo del patriarca que decidió retomar la labor vitivinícola en esta finca que antaño exploraron los monjes cistercienses de Toloño) a la cabeza, decide dar valor así a unos personajes anónimos que, igual que las grandes bodegas, hacen también grandes a los vinos de Rioja.
Este Lindes es, además, el más asequible de la familia de vinos de Remelluri, una gama que merece la pena conocer desde el principio. Ea, pues: tempranillo, garnacha y graciano de 36 parcelas propiedad de 11 viticultores de San Vicente de la Sonsierra y su entorno y 12 meses de crianza en barrica. Juego de suelos, orientaciones, variedades y madera que arrojan en el vino una atractiva complejidad, con notas de fruta negra, balsámicos y frescura silvestre, que en la boca se transforma en vivacidad y estructura. Un vino para beber ya, o dejarlo unos meses olvidado en la cava. AQUÍ MISMO puedes comprarlo.
Ramón Bilbao Viñedos de Altura, 13,50€
Cuando no había tantas bodegas que hablaban de la altitud como medida para atajar las madureces que provoca el calor intenso durante los veranos debido al cambio climático, Ramón Bilbao tomó la delantera con un tinto que reivindicaba la relevancia de la altitud (con una latitud adecuada) como garantía de maduración equilibrada y frescura en el trago. Incluso en años como el 17, que se las prometía muy difíciles a algunos productores de la región, precisamente, por el calorazo estival.
Y siguiendo esta idea comenzó a elaborar este tinto, procedente de garnachas situadas en Ábalos y Tudelilla (Rioja Oriental) a 700 metros de altitud, persiguiendo la frescura y la vivacidad de la fruta garnachista para hacer un vino redondo, con fruta roja en su punto de madurez, especiado, carnoso, sabroso. AQUÍ MISMO puedes comprarlo.
Tentenublo Xérico 2017, 14,90€
Tentenublo es una de las pequeñas bodegas de Rioja que mantienen el interés de esta gran región porque son capaces de aportar nuevos lenguajes. Roberto Oliván está tras este proyecto con nombre de repique de campanas y reivindica la libertad, que para él incluye irremediablemente una mirada al pasado, al trabajo de sus abuelos en el campo. Xérico quiere ser eso también, una muestra de respeto a esa labor que a él tanto le ha enseñado y que le ha fijado, junto a su mujer y sus hijos, en Viñaspre una pequeña aldea de Rioja Alavesa donde apenas quedan jóvenes, lo cual no deja de ser, igualmente, un acto de valentía y cierta rebelión.
Volviendo a Xérico, se elabora con tempranillo en su mayor parte, pero tiene parte de otras uvas, entre ellas, la blanca viura, que marca un punto de diferencia y carácter en este tinto apetecible, vivaz, saltarín y delicioso. Para abrírselo en una comida desenfadada de fin de semana. AQUÍ MISMO puedes comprarlo.
Viña Alberdi 2015, 14,90€
Aunque la bodega que lo elabora es La Rioja Alta, una centenaria institución en el Barrio de la Estación que merece mucho la pena visitar (como al resto de sus vecinas, el paseo por ese vecindario bodeguero es toda una experiencia de inmersión en el rioja), Viña Alberdi procede de viñedos situados no muy lejos, pero en Rioja Alavesa, en Labastida, pueblo fronterizo con Haro, donde se sitúa la bodega.
Viña Alberdi es un vino que puede parecer a la sombra de las marcas más reconocidas de la casa, como el versátil Viña Ardanza o los consagrados 890 y 904, sus grandes reservas, pero es un tinto que, según vas probando botellas, te vas haciendo cada vez más fan. Tempranillo de viña vieja y corte clásico que hace de esta cualidad uno de sus mayores encantos.
Con dos años de crianza en barrica, es un tinto sereno, con mucha intensidad frutal y ligeramente especiado, con equilibrio sabroso y alegre. Para hacerse con unas botellas e ir sacando a lo largo del año, apreciando, también, lo bien que le sienta el paso del tiempo. AQUÍ MISMO puedes comprarlo.
Valenciso 2014, 19,90€
Un vino que es fruto de la entrega de dos personas, Luis Valentín y Carmen Enciso, a elaborarlo, y que ha sido muchos años la única referencia de su proyecto, solo puede salir bien. Este tinto, elaborado con tempranillo de varios pagos de Rioja Alta, es una referencia irrenunciable para cualquiera que pretenda conocer los distintos matices que los vinos pueden mostrar en la región.
Valenciso, nombre que une los apellidos de sus creadores, es como un magnífico traje cortado por un buen modista: preciso, atlántico, fresco, fino, redondo, sereno, con una textura que hace de cada trago un placer, ya sea acompañándolo con una comida o en una copa de tarde, por ejemplo.
El vino ya sale al mercado listo para tomar, tras pasar 17 meses en barrica y afinarse al menos 14 meses más en cemento, un toque maestro que aporta a este tinto su peculiar singularidad. Un must de Rioja para darse un capricho, que además es capaz de aguantar varios años más en la botella. AQUÍ MISMO puedes comprarlo.
Como puedes ver, Rioja es una zona donde siempre se pueden descubrir vinos agradables, desde tempranillos de raza a reservas clásicos o blancos innovadores. Y encima, se puede empezar a beber riojas aceptables sin tener que tirar de tarjeta de crédito hasta fin de mes. Cuéntanos, ¿cuáles de estos vinos de Rioja vas a catar?