Siempre que publicamos una recomendación, es porque nos ha gustado la experiencia, y hay experiencias que eso, nos gustan, y otras que nos hacen vibrar, La Chusquery de las segundas.
Apenas llevan abiertos 3 meses y poco (inauguraron el 5 de Diciembre de 2014), pero Ángel Jiménez y los hermanos Roberto y Sergio Hernández llevan mucho mundo recorrido. Solo por citar algunos lugares, en la conversación con ellos salieron países como Suiza, Inglaterra, Perú… y atención, Malasia, Singapur, Filipinas, Azerbaiyán… ojito con la mezcla y con lo que puede salir de ahí.
Sobre el curioso nombre del restaurante, La Chusquery, nos comentó Roberto que su hermano Sergio y Ángel habían trabajado juntos anteriormente, y que hace tiempo soñaron con montar algo juntos y ponerle precisamente este nombre tan singular.
Y así es su local y su cocina, singulares. Os contamos por qué.
El local (ubicado en lo que hace años fuera la casa de los Lasso, residencia habitual de los Reyes Católicos, en pleno barrio de La Latina en Madrid), por fuera parece una cosa, pero por dentro es otra muy distinta. Se trata de una taberna-restaurante con tres espacios unidos, barra, mesas altas y mesas bajas. Con algo de madera por aquí, unos graffitis de “gatos viajeros” por allá, y hasta algún detalle de diseño que sorprende, como algunos espejos con llamativos marcos o un gigante respaldo acolchado rojo.
Y una cocina muy suya, rebelde, desenfadada. Hacen lo que quieren y como lo quieren, según el producto que tengan, juegan, sin más. A nosotros desde luego nos han ganado por completo.
Aunque los tres son chefs, Ángel y Sergio están más en cocina, y Roberto más en sala, explicando al cliente cómo disfrutar de cada plato, así lo hizo con nosotros, un servicio cercano y con timings perfectos, que nos encantó. Así que pasamos a contaros qué fue lo que comimos en La Chusquery.
Como aperitivo, nos pusieron una Brandada de bacalao, con compota de tomate y crema de aceituna, acompañada por un vermú que no conocíamos y nos encantó, Zarro, de Bodegas Sanviver.
Y mientras Roberto nos recomendaba unas copitas de un verdejo que no conocíamos, Circe, vinieron unas Croquetas de jamón ibérico. Dos croquetas de gran tamaño, con sabor intenso a jamón, cremosas. Buenísimas.
Bocadillo chino. Pan chino hecho al vapor, con panceta, base de soja, lechugas, cebolla frita y hierbas (albahaca, menta cilantro) para que limpie y aporte frescor en boca. Está hecho con cariño, se nota… yo podría haberme comido 3 y tan contento.
Ensalada de burrata fresca con tomates semisecos. Por lo visto todos los miércoles les llega la burrata directamente de Italia, y os aseguramos que está cremosísima, espectacular. Con una salsa Romescu tradicional, con albahaca y menta, una vinagreta de tomate y jamón, y unos tomates semisecos (que se cocinan durante 24 horas) marinados con almibar de soja y jengibre que eran de otro planeta. El dulzor del tomate semiseco, el frescor del tomate y los canónigos, y la textura de la burrata junto con el tapenade de aceitnas… es uno de los platos MUST de La Chusquery sin duda.
Ceviche tradicional, con leche de tigre, pasta de aji amarillo, puré de batata, aguacate, cebolla morada, zanahoria y cancha (el grano de maíz). Todo suma para este pedazo de ceviche.
Tataki de pez mantequilla. pescado marcado a la parrila de carbón, con alga wakame, cebolla encurtida y tres salsas, Hoisin (ácida y dulce), chilli dulce (poco picante), y salsa ponzu (ácida). El plato lo terminan aromatizándolo con te negro ahumado en polvo. Hemos probado ya bastantes tatakis, pero este nos sorprendió por su sabor a carbón y la mezcla de las tres salsas.
Y mientras, nos trajeron un Ribera del Duero, Loess para acompañar a unas Mollejas de corazón de vaca. Las mollejas llevan 3 cocciones, al vacío, frita y terminada en parrilla. Y llevan de acompañamiento unas setas agridulces con toque de balsámicos, tabasco, y perrins que le van de lujo. Este es un plato que incluso a gente que no le va mucho la casquería, le gusta. Imagina si estaba bueno el vino y las mollejas, ¡que se nos pasó hacerle la foto!
Y para terminar, dos postres, dos de sus especialidades…
Un Brownie, con el corazón un poco líquido (en plan coulant), y helado de chocolate blanco, que por lo visto es receta de Paco Torreblanca, y que os podemos asegurar que es una locura… de los mejores brownies que hemos comido, ¡y mira que hemos probado unos cuantos.
Y por último, un Tatine De plátano, con helado de caramelo con sal. También sorprendente por el toque de la sal con el caramelo, la textura de la masa de la Tatine, y el platano caramelizado en su base… una pasada.
Con todo lo que probamos (eran medias raciones y como veis no andaban para nada mal de cantidad) con las bebidas, café, etc… salimos a 28 euros por persona, aunque lo normal nos comentaron es que le ticket ronde los 20 o 25 máximo.
Sin duda es de las propuestas más originales, atrevidas y de mejor relación calidad-precio que hemos probado últimamente. Es de estos sitios de los que sales feliz al salir por la puerta, y que estás deseando volver a visitar en cuanto puedas.
Esperamos que se queden mucho tiempo por aquí, y les auguramos gran éxito a estos tres “gatos viajeros”.
Aquí tenéis su web, su Facebook, y su Twitter.
Fotos: Gregorio González
Estafa total y absoluta. 4 cañas en la terraza casi 15 euros. Terrible.
Mucho ha llovido desde marzo 2015 (fecha del post si te fijas), han cambiado todo, dueños, comida…
Hola David, despues de leer tus comentarios de este local, he decidio ir a ver que tal se portan.
Genial… no dejes de pedir el bocadillo chino, ni el tataki, y ojito también a los postres.
Diles que vas de nuestra parte, y ya nos cuentas a ver qué tal!
Abrazo.
Perdón, pero La Chusquery no está en La Latina sino en Los Austrias, más concretamente en la Morería. La Latina comienza en la plaza de La Cebada.
Gracias por la puntualización Bastayadelatinas, pero al tener que categorizar los lugares según puntos más estratégicos y populares, y teniendo en cuenta que está a menos de 5 minutos andando desde el metro La Latina, y que este metro es el más cercano, hemos decidido anunciarlo como que está en «La Latina».
Pero como te digo, gracias por tu aclaración.
Un saludo.