CERRADO PERMANENTEMENTE
Lo más seguro es que si estas más o menos puesto en el Madrid gastronómico, hayas oído hablar de Luis Arévalo, el master de la cocina nikkei en Madrid (y en España), y su proyecto, el Restaurante Kena.
Pero lo que es muy posible que no sepas es que la Quena es una especie de flauta hecha con caña o madera, que mi padre (boliviano que vivió varios años en Perú) tocaba cuando de joven formaba parte de un conjunto de música folclórica andina, Toldería.
Al incluir la K (letra muy japo) en el nombre del restaruante, consiguen dejar clara esa unión sobre la que se fundamenta todo el trabajo de Luis Arévalo y su equipo, la unión de Perú con Japón, como ellos mismos dicen: “Where Peru Meets Japan”, a priori, esta premisa me pone, me pone bastante.
La semana pasada nos acercamos por allí, y probamos su Menú Omakase, o lo que viene a ser, en japonés, le damos autoridad al chef para que prepare lo que quiera, es decir, que Luis te ponga de comer, porque este menú cambia no solo cada día, sino a cada momento.
Empezamos con unos aperitivos, unos Daditos de pescado y lima, un Ceviche de mejillones y un Kakuni, salmón y atún cocido en soja y mirin. Buen preludio, del que destacamos la frescura del ceviche y el saborazo del Kakuni. Todo esto regado con un pisco con un puntito de angostura, es una maravilla.
Anticuchos de mollejas de cordero sobre hoja de siso en tempura, salsa de choclo y miel de panela.
Ostras con ponzu de rocoto, pues eso, chupar y relamer, frescor y picor, sabores potentes mezclados perfectamente.
Tallarines de calamar con tomates glaseados y salsa de lomo saltado, este plato es una locura auténtica, nunca nos habríamos imaginado que calamar casa tan bien con una salsa de lomo saltado, bravo Luis.
Usuzukuri de lubina, con salsa a lo macho, dado de yuca frita, polvo de nori y reducción de soja. De nuevo, gran combinación de texturas y sabores, con un productazo de base.
Tiradito de caballa en escabeche, con aceite de cilantro, miel de chile y ajo. Aunque difícil hacer esta afirmación, es posible que este fuera uno de los platos con los que más disfrutamos.
Y llegaron los nigiris:
De toro (ventresca del atún)…
De Anguila con chocolate y rocoto, de Cobia, y de Waygu con crema de ají amarillo y chimichurri de siso.
Ceviche tibio de corvina, con mejillones, salsa de moluscos y ají amarillo. Otro de los musts de la comida.
Cochinillo con salsa de su propio jugo, y por encima, cebolleta con cítrico de naranja y limón.
Y para culminar este éxtasis de colores, sabores, olores y texturas… dos postres.
Una Alegoría a la cerveza, y su Choco Matcha, con jalea de rocoto.
Pues eso, que la cocina nikkei de Luis Arévalo es una pasada, productazo y elaboración, pero con creatividad, sutileza y elegancia. Esto sumado a un servicio perfecto en sala, convierten la experiencia en algo totalmente recomendable para todos los amantes de la cocina peruana, la cocina japonesa… y de la buena cocina en general.
El precio de este Menú Omakase es de 70 euros (con IVA pero sin bebidas) por persona, aunque si prefieres gastarte algo menos puedes tirar de carta, que te saldrá a unos 45-50 euros por persona, aproximadamente. También tienen un interesante menú ejecutivo por 20 euros.
Aquí tenéis su web, Facebook y Twitter:
http://www.kenadeluisarevalo.com/
C/ Diego de León, 11
917 259 648
Horario: Lunes a sábado 13:30 – 15:30 y 21:00 – 23:00.
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Fotos: Gregorio González
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