Iñaki Urrutia y yo tenemos dos cosas en común, nacimos el mismo año, y comer nos vuelve locos.
Esas dos premisas eran ya de por sí un buen punto de partida para ficharle en esta sección. Además, resulta que sigo desde hace tiempo su trayectoria, en los escenarios y fuera de ellos, porque el amigo Iñaki en cuanto puede se pone a comer, y a comer bien… (no sé a quién me recordará), de hecho, famosos son ya sus #gastrotours en Instagram, que provocan controversia y envidias entre sus seguidores.
El caso es que aunque aún no le conocíamos en persona, sabíamos que iba a disfrutar mucho con nuestra gastroentrevista, y queríamos llevarle a comer a algún sitio que no conociera, difícil misión por otra parte, donde pudiéramos tapear ricamente y charlar sobre los años 80, y sobre todo, sobre comida.
Por eso le llevamos a un proyecto que nos encanta, para nosotros, una apuesta segura, La Gastrocroquetería de Chema, donde Chema Soler trabaja una carta muy interesante con tapas selectas con un toque creativo, entre las que destacan sus espectaculares croquetas, así como sus macetas y cazuelitas. Sabíamos que Iñaki lo iba a gozar, y así fue. ¡Vamos con la entrevista!
Seguimos tus #Gastrotours en Instagram, sabemos cuánto te mola comer, ¿Dirías que tienes el morro fino?
Soy muy morro, muy muchísimo morro fino. Como diría mi madre soy un morroputa, pero no creo que puedas escribir esto… que morroputa es cómo cuando eres ya muy finolis, que te gusta comer bien siempre.
De hecho mi madre es una santa y cocina como Dios… yo soy un fanático de los arroces en cualquiera de sus modalidades. Cuando mi madre pone el arroz, aun siendo mi madre la que manda en casa… me pone el arroz y me mira a mí como diciendo «a ver que dice Iñaki…» entonces yo digo está muy bueno y todo el mundo asiente en plan… «Ha dado el visto bueno».
Padre vasco, madre aragonesa, catalán pero muchos años en Madrid… mucha mezcla, ¿te podrías quedar con un solo plato?
Soy muy fan del arroz, me gusta el arroz en cualquiera de sus variedades, si es el arroz con conejo de mi abuela aragonesa, pues el arroz con conejo de mi abuela aragonesa, y si es, yo que sé… es que me gusta cualquier variedad posible.
Arroz, arroz definitivamente.

Para ir abriendo boca, nos sacaron un aperitivo, un salmorejo con toque de chile y sardina ahumada, que nos encantó.
Eres de mi quinta, del 77… sabemos que viviste con intensidad los 80… ¿con qué recuerdo gastronómico te quedas de aquella década?
De los 80, ostras me quedo mucho con… va sonar muy a tópico, pero me acuerdo mucho del pan con Nocilla. Era un sabor como muy de la infancia. Fíjate que ahora me dices «¿jamón o nocilla?», y digo jamón, jamón. Pero cuando era niño la Nocilla era como mágico sobre todo en pan, pan. Me encantaba el bocadillo de Nocilla era maravilloso.
Eso, y me acuerdo muy mucho de los bocadillos que me hacia mi abuela de mantequilla con azúcar espolvoreado. Me acuerdo mucho de las vacaciones en mi pueblo con mi abuela, con mantequilla con azúcar.
¿Hay algo que nunca falte en tu nevera o tu despensa?
Queso. Soy un fanático del queso, pero ojo al dato, del queso que no sea queso fuerte, aunque es un poco como surrealista, porque al amante del queso le suelen gustar también los quesos fuertes. A mi quesos de oveja, curados, eso todavía… pero si ya nos metemos en quesos azules, eso no. No puedo. Tengo en la nevera una bandeja con quesitos, queso de cabra…
También suelo tener alguna lata de mejillones, berberechos, porque me gusta el sábado y domingo tomar el vermouth en casa mientras hago la comida preparo unos berberechos con su pimienta, su vinagre y tal, me encanta, me vuelve loco. Hace poco estuve en Asturias y me traje unas zamburiñas, a también ventresca, siempre tengo una lata de ventresca en mi zona de conservas de casa.

Entrábamos en materia con una burrata con salsa tartufata, y setas confitadas en aceite de trufa. Cuando me quise dar cuenta ya no quedaba ni una en el plato. Iñaki es muy veloz.
¿Qué es lo más raro que has visto en un plato en un restaurante?
Bueno, hace 3 años estuve en Japón, lo más raro del mundo mundial. Japón en general es muy raro, eso de que es otro universo, es un tópico hecho realidad.
Un día fuimos a un Ryokan, una casa tradicional, un hotel tradicional y nos vinimos muy arriba y dijimos, «venga, cena tradicional».
Llegamos con nuestro kimono y éramos los únicos occidentales, eran todos japoneses… estábamos los dos sentados y empezaron a traernos comida y era todo muy raro, raro de «una cosa verde, flotando una cosa morada», yo más o menos, pero mi novia se vino muy abajo. Hubo un momento que se puso muy nerviosa y se le saltaron las lagrimas de los nervios. Pedí que no trajeran nada más, pero se seguía abriendo la puerta y la camarera seguía poniendo más platos.
Lo mejor de todo es que al día siguiente habíamos pedido el desayuno tradicional, eso fue un drama porque allí desayunan pescado como hervido y arroz blanco. De hecho, había como un plástico con una galleta que fue como ver a Elvis Presley, nos pareció maravilloso.

Seguimos el festín con la primeras croquetas, de pollo empanadas en nachos, con una fondue de queso con curry. Todos coincidimos. Brutales.
Supermán tiene su punto débil, la Kriptonita, ¿cuál es tu Kriptonita culinaria, lo que te mata si lo ves en un plato?
No puedo con los pimientos verdes fritos, de pequeño me empache. Tal cual, los del padrón no puedo ni olerlos. Eso si, me pones un bocadillo de lomo con pimientos y sí que me lo como… es un poco surrealista, pero es así.
Y luego también el higado, lo odio, me dieron mucho de pequeño, ni empanado, ni como querían ponerlo, que no, no puedo.

Pero con esto sí que pudo… croquetas de sepia, gratinadas con aceite de soja.

Y con estas lo mismo, croquetas de perrito caliente sobre las que nos abalanzamos.
¿Eres de los que elige los platos leyendo la carta, o mirando de reojo los platos de las mesas de al lado?
Pues yo hago una combinación muy loca, miro la carta a ver que me entusiasma, luego miro un poco los platos pero me da mucha vergüenza… entonces casi siempre opto por preguntarle al camarero qué me recomienda
Esto es un consejo a los restaurantes: No pongáis tantos planos, no sirve de nada… Todas esas cartas de seis hojas, con tanto plato yo es que a la media hoja me he perdido, ya leo en diagonal… así que suelo optar porque me recomiende el camarero.

Dejamos de lado las croquetas y nos metimos con una fideúa en costra, gratinada con alioli. Iñaki estaba gozándolo, y nosotros con él.
Si tuvieras que escoger, ¿prefieres la comida más tradicional, o te quedas mejor con propuestas de cocina moderna?
Bueno, yo soy muy fan de la comida moderna, de hecho he estado en casi todos los restaurantes de comida guay, pero me debo estar haciendo mayor porque cada vez me gusta más la comida tradicional. Este verano he estado Asturias una semana, y una fabada… eso es Dios. Una fabes con almejas te dan ganas de vivir.
El típico trozo de queso con pan, un manjar tan simple y tan maravilloso. Pero no soy nada crítico con la comida de fusión. He estado en Diverso, en Arzak… y no estuve en El Bullí porque no había manera de coger mesa, pero vamos que también soy muy fan.

Y llegó uno de nuestros favoritos, el Pincho de atún moruno, simulando el de carne, pero con atún rojo y chimichurri… un 10.
¿Tienes algún plato estrella para conquistar por el estómago?
Hago un risotto de pollo, setas y espárragos, buenísimo. Triunfa siempre. Es una receta mía, una combinación de cosas que he visto y la verdad es que un plato que cuando viene algún amigo mío, así más fino dice… «bueno, ya veremos», y luego dice: «¡Qué cabrón, esta buenísimo».
Siempre se dice que el libro es mejor que la película, igual que la comida de tu madre es siempre mejor que en un restaurante, ¿en qué receta tu madre no tiene competencia?
Mi madre no tiene competencia en el arroz con conejo. Eso es exagerado… me lleve una vez un conejo de mi pueblo que me dio mi abuela, hice medio y a la semana vino mi madre de visita a Madrid y tenia los mismos ingredientes, el mismo conejo. Ella hizo su arroz con conejo, su versión que es genial. La que yo copiaba no se parecía en nada… y yo decía: «¿Qué ha pasado?, tenia lo mismo…», y además la estuve mirando y lo hacía igual que lo hice yo, pero es impresionante, lo de mi madre es impresionante. Arroz con conejo TOP.

Y esto también fue muy TOP, de postre, el Chocolatísimo, chocolate en varias texturas… mira qué pintaca.
Eres como 007, y tienes licencia para… comer, donde sea y con quien sea. Tu eliges.
Ostras, pues nunca lo había pensado.
Pues no te lo vas a creer con quien comería… me encantaría comer con Imanol Arias y Juan Echanove. Les ves esa pasión por la comida. que me gustaría comer con ellos en un sitio de estos de cocido, para verles en acción pero sin cámaras. A ver si se ponen tan tochos… ahí en el Malacatín, venga cocido ahí… venga a muertes. Me encantaría.
Pues a Echanove le quiero ver diciendo: «Pues ahora yo voy a a repetir de natillas…».
Cuando te pegas un homenaje, ¿intentas compensarlo al día siguiente haciendo deporte, o pasas del deporte?
Si, intento. Me da un poco de cargo de conciencia, pero es verdad que como te pegues por ejemplo una semana en Asturias, o en el sur… en Cádiz, y comas hoy pescadito, mañana atún… y en Asturias lo mismo, un día fabada, otro día fabes con almejas…
Salgo a correr, correr corro bastante, este año ha sido menos pero ahora vuelvo a la carga.
Si sobra comida, ¿pides taper?
Es que te lo ponen a huevo últimamente en los restaurantes. Voy a un sitio normalmente a comer arroz con bogavante, muy rico. Una vez que fui con un amigo mío (muy flojo) y sobró mucho. El camarero nos dijo que nos lo ponía en un taper, pero yo le dije… «¿en serio, o es broma?», y me dijo: «En serio», y yo le dije: «¡Por favor!». Es como lo de corchar el vino: «Por favor, córcheme el vino, que me lo llevo»… pero no por ansia, es decir, es que este vino esta cojonudo, como voy a dejar aquí media botella.
¿Te ha gustado la comida de hoy?
Pues me ha encantado, me lo he pasado muy bien… eso sí, llamándose GastroCroquetería hubiera comido aún más croquetas, porque soy el típico que cuando vamos de tapeo siempre pido croquetas. Pero está cojonudo todo, buenísimo este sitio, muy recomendable la verdad.
Si te ha gustado esta gastro-entrevista, por favor, ayúdanos compartiéndola con ese amigo que sabes que es fan de Iñaki Urrutia, seguro que le mola… ¡mil gracias por tu apoyo!.
Aquí tienes la web, Facebook y Twitter de La Gastrocroquetería de Chema:
http://www.gastrocroqueteria.com/
Calle del Barco, 7
Fotos: Gregorio González
Me temo que ya esta cerrado 🙁
Espectaculares fotos y el mimo que le ponéis a los detalles
Muchas gracias por apreciarlo.
Un abrazo!
Habrá que darse otra vuelta por la gastrocroqueteria, para los amantes de las croquetas, ese es el paraiso. Excelente fotos, consiguen sea la hora que sea tener apetito.
Muchas gracias Ana María. Claro que sí, tienes que ir a probar sus croquetas (y sus cazuelitas), además, igual hasta te encuentras con Iñaki! 😉