Como buen amante del jazz (y del Mindful Eating), es entrar en un restaurante, escuchar a Dexter Gordon de fondo, y ya estoy aún más predispuesto para el disfrute. Si al hecho de tener esta maravillosa banda sonora, le sumas que el restaurante esta semana cuenta con una decoración exquisita (de la mano de Lorenzo Castillo), y que el chef que firma la carta es Mario Sandoval, la visita a Haroma era impepinable.
El restaurante Haroma, ubicado dentro del Hotel Heritage, que pertenece a la cadena Relais & Châteaux (como otra de nuestras recientes visitas, El Molino de Alcuneza), lleva apenas unos meses rodando, pero está fino, muy fino. Como te decíamos, la sala es espectacular, llena de calidez y de luz, y su propuesta gastronómica está basada, en primer lugar, en el producto, pero también en la técnica y el cuidado por la estética. Sellos distintivos del chef ejecutivo Mario Sandoval, ejecutados a la perfección por el chef Fernando Muyo.
Entrando en materia, en cuanto a la carta se refiere, puedes optar por pedir a la carta, donde te vas a encontrar un interesante listado de entrantes como el Arroz meloso de pato, o los Carabineros envueltos en yuca, y después una zona más clásica de pescados y carnes. Nosotros, para conocer su propuesta a fondo, optamos por su único Menú degustación, estructurado en 7 pasos. No me enrollo más, ya mismo te cuento en qué consiste.
Para ir abriendo boca, unas carnosas Ostras con caviar cítrico.
Y sin más, empezamos con un Tartar de bogavante, con aceite de chili, jugo de sus cabezas y huevas de trucha.
Un elegantísimo Ravioli relleno de verduritas y crustáceos, con salsa americana con champán y azafrán. Acompañado por un Tomás Postigo 2016.
Al que le siguió uno de los mejores platos del menú degustación de Haroma, el Guiso de setas de temporada, con lengua de vaca y boletus, foie micuit, yema a baja temparatura y demi glace de carne. Por encima, melanosporum rallada. Sencillamente brutal.
Pasamos al pescado, con un Galete de atún glaseado, con compota de tamarillo y crujiente de aceituna negra.
Y como último principal, el Cochinillo confitado con piel crujiente, terrina de vegetales y encurtidos. Es una receta diferente a la del famoso cochinillo de Mario Sandoval en Coque, pero ojo, esta versión no se queda atrás.
Dos postres: Fresini, con crema de mascarpone, estofado de fresa y sopa de fresa. Un postre, bajo mi punto de vista, redondo.
Y por último, un Exótico de mango, con núcleo de fruta de la pasión y chocolate negro.
Este restaurante se me antoja una muy buena opción para probar la gastronomía con el sello de Mario Sandoval sin necesidad de irte a Coque, donde el ticket (y lógicamente también la experiencia) es mucho mayor que en Haroma. Estamos ante un menú degustación muy sólido, elegante, equilibrado, donde nada cojea, y con el que vas a disfrutar con cada bocado. El servicio de sala, más que correcto, y como te decía al comienzo, un espacio realmente espectacular, conforman una muy buena experiencia. El menú degustación tiene un precio de 75 euros, y si no se te va la mano con la bebida, más o menos te irás a un ticket de 90 euros por persona. También tienen un Menú ejecutivo (de lunes a viernes), por 40 euros. Es un ticket algo superior a lo que te solemos recomendar por aquí, sí, pero créeme que si te das el gusto y reservas para una cena especial, acertarás.
C/ Diego de León, 43.