Cuando me enteré hace apenas unos días, de que el chef Iñaki Bretal (Eirado da Leña, Pontevedra), de quien había leído muy buenas referencias, se había traído a su querida Galicia a Madrid, en concreto, al Barrio de Malasaña, me faltó tiempo para acercarme a probar su cocina. Las premisas están muy claras: producto gallego de máxima calidad, traído a diario desde su tierra; temporada como hilo conductor; y elaboraciones que con un buen punto de originalidad, distan de las recetas clásicas cuando se trata de cocina gallega. Todo ello a precios más que asequibles, y en un ambiente pero que muy informal. Así es nuestra recomendación de esta semana, el restaurante Farmacia de Guardia.
El curioso nombre, como puedes imaginar, viene del anterior negocio que ocupaba este local, en el que Iñaki y compañía llevan trabajando apenas tres semanas. Ahora han querido mantener la esencia de la antigua botica, haciendo un guiño con sus productos gallegos como «sanadores de males». Se trata de un espacio más bien pequeño, donde todo lo que te vas a encontrar son mesas altas (insisto, rollo muy informal), y una buena barra desde la que vas a poder ver cómo preparan sus elaboraciones en su cocina vista. Bueno, más que vista está metida en la sala. Allí fue donde nos sentamos nosotros.
En su carta te vas a encontrar 12 primeros platos a modo de entrantes, y otros 8 platos que vendrían a ser más bien principales. Lo que te aconsejo es que pidas varios platos, de ambas secciones de la carta, porque en el restaurante Farmacia de Guardia todo está pensado para compartir, y sobre todo, para pasarlo bien. Aquí van a interactuar contigo, te van a explicar cada plato, y muchos de ellos los van a acabar en mesa (o en barra, claro).
Como buen gallego que es, aquí los protagonistas casi absolutos son los pescados y mariscos de O Percebeiro, pero eso sí, olvídate del concepto de marisquería de corte clásico, porque aquí estos productos son tratados de una forma muy diferente. Además, pan de Panic, carne de Cárnicas LyO… lo dicho, el producto manda. Te contamos ya mismo lo que pedimos.
Empezamos con un par de Carneiros al Natural (de la misma familia del berberecho y la almeja) con caviar cítrico. Declaración de intenciones así, desde el primer bocado, potenciando y poniendo el valor un producto puramente gallego.
Seguimos con más conchas, ahora con sus Vieiras Lañadas, las sirven en crudo y las ahuman delante del cliente.
Después, su Xarda (caballa) sopleteada, acopmañada de verduras salteadas al wok. La sirven cruda y ahumada, y se sopletea para liberar grasa y aromas, y así de paso se tuesta la piel.
Y otro plato de sopleteo. Tartar de atún sobre tuétano de vaca. Se come con cuchara, para pillar tuétano y atún en un solo bocado. Enrome este plato. Te estremecerás.
Luego una Caldeirada de nécora. Una nécora al wok, con caldereta tradicional para mancharse las manos y mojar pan.
Y otro plato que nos noqueó en el restaurante Farmacia de Guardia, un Atún marinado con salsa kimchi y encurtidos caseros con toque de lima. Intensidad interesante en su picante, mezcla de texturas y mucha jugosidad en el pescado. Para salivar sin parar.
Le siguió el Pulpo de la ría, sin más, de nuevo producto gallego, a la plancha y acompañado de ajada y crema de patata.
Para acabar, una Picanha madurada 40 días, con Pak Choi, chips de patata, y tomate marinado y asado.
Y el punto final lo puso una más que notable Torrija de café (elaborada con brioche casero), con helado y galleta, ambos también de café. Buenísimo fin de fiesta en el restaurante Farmacia de Guardia.
En cuanto al apartado de los vinos, nos tomamos Cantayano 2017 (VT Castilla y León), Agás Do Tempo 2017, y Aba Solleira (Ribeira Sacra).
Con el restaurante Farmacia de Guardia estamos sin duda ante un gran descubrimiento. Aquí te vas a encontrar mucha calidad en la mayor parte de las elaboraciones, y por supuesto, en el producto gallego ofrecido en cada una de ellas. Se trata de una propuesta muy distinta a la habitual, una especie de tapería gallega que pone en valor su tierra de una forma muy divertida para el cliente, ya que aquí las dosis de palique y show por parte del cocinero (te recomiendo que te siente en la barra) están asegurados. Con un ticket que rondará los 40 euros (el nuestro fue más potente, con dos cervezas y seis copas de vino, pero salimos rodando), se trata claramente de una de las mejores opciones que se ocurren para comer mariscos y pescados «con un puntito distinto» en Madrid. A seguir así chicos.
Por si quieres seguir la pista del restaurante Farmacia de Guardia, aquí os dejo su perfil de Instagram.
C/ Corredera Baja de San Pablo, 49.
914 453 825
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