Teníamos muchas ganas de conocer a Eva Hache desde que comenzamos con esto de las gastro-entrevistas. Habíamos leído varios de sus artículos en la sección SModa de El País, como el famoso “¡A Comer!”, y queríamos que nos contara sus gustos y disgustos con la comida y hablar con ella de alimentación infantil, un tema que desde que nació Noa (dejadme que presuma de nena con esta foto de nuestra cuenta en Instagram), nos interesa muchísimo.
El caso es que llevábamos varios meses cruzando mails con ella, y hasta el momento no habíamos podido cuadrar fechas, hasta que una mañana recibí un mail suyo confirmando que podía esa semana, y preguntándome si nos parecía bien ir a desayunar juntos.
¡Toma ya! doble alegría, por fin íbamos a entrevistarla, y además desayunando… con lo que nos gustan a nosotros los buenos desayunos. Resulta que acababa de volver de Alaska, de grabar una nueva aventura con Jesús para “Planeta Calleja”, y venía con ganas de pegarse un buen desayuno para recuperar fuerzas.
Le propusimos ir a uno de nuestros preferidos, el Mür Café, porque tienen una carta bastante extensa en lo que a desayunos se refiere, y queríamos que tuviera donde elegir. Le pareció muy buena idea y allí nos citamos para entrevistarla y darnos un buen homenaje de buena mañana.
Aquí os dejamos la gastro-entrevista a Eva Hache.
¿Dirías que tienes el morro fino?
Muy fino, pero también muy grueso, como soy muy zampona… no tiene por qué ser todo muy elaborado, disfruto lo mismo comiendo en El Bulli que en Casa Pepe. En mi casa, mi marido cocina muy bien, se ha auto-declarado “amo de casa”, y me alimenta que da gloria. Es sueco, así que yo le he enseñado los platos más típicos de España y él me hace platos de su cocina.
Entonces, como el año pasado empecé a tener un poquito más de tiempo y él no hace postres, decidí dar un “giro” y meterle mano a la repostería: magdalenas, pan, etc… La cosa no va mal, pero con el pan por ejemplo, creo que he llegado a mi “máximo de conocimientos” viendo vídeos de Youtube, creo que me voy a buscar un sitio donde mejorar la técnica y aprender un poco más del tema.
Si tuvieras que elegir una comida o un ingrediente que te definiera, ¿cuál sería?
No puedo… (risas), no puedo… es que soy muy omnívora. Por ejemplo, el huevo es algo que me gusta en todas sus formas, pescado, pan… lo que menos soy es dulcera, no me apasionan los postres, soy más de salado, y eso que mi funda de móvil…¡es una tableta de chocolate!.
¿Qué es lo más raro que has visto en un plato en un restaurante?
Bueno… he comido en El Bulli, así que… (risas). No, en serio, yo si he visto algo raro o negativo lo he borrado de mi memoria automáticamente.
Hemos leído que acabas de volver de Alaska, ¿nos adelantas alguna experiencia gastronómica que hayas tenido por allí?
Pues mira, es muy sorprendente que con la producción de salmón que hay allí lo cocinen tan mal, lo hacen muy pasado y claro, en cada sitio donde íbamos a comer yo lo pedía poco hecho, y para ellos ese “poco hecho” es super cocinado para mí.
Entonces un día les dije “lo quiero prácticamente crudo”, y me miraron muy mal porque allí tienen muy en cuenta que comer pescado crudo puede ser perjudicial para la salud.

A todo esto, aún no habíamos decidido qué ibamos a desayunar. Eva optó finalmente por uno huevos benedictine, en Mür Café los hacen de lujo.
¿Cuál es tu kriptonita culinaria?
¡LA COLIFLOR HERVIDA! Eso es trauma infantil total: ese subir la escalera cuando era pequeña, e ir notando ese olor… cuando aún no has pisado el primer escalón…
¿Cómo puede ser que un alimento que huele tan mal durante la cocción, haya habido alguien en la historia que se la haya jugado a probarlo? Porque yo solo la tolero cruda, pero hervida… es una cosa que NO.
Aquí hay algo que ocurre mucho y con lo que yo no estoy de acuerdo. Si a un niño, por ejemplo, no le gusta algo… pues que no se lo coma, que no ha muerto nadie por no comer coliflor. Hay muchos adultos que no comen muchas cosas que están muy buenas y que a la mayoría les gusta, así que… ¿porqué insistirle a un niño?. Yo me he dado cuenta con mi hijo que si pones siempre a su alcance alimentos saludables, y no sustituyes algo que él no quiere por un pastelito, al final él es capaz de elegir lo que necesita en cada momento: si hay carne y verdura, hay días que come solo carne, días que come solo verduras, y días que come las dos cosas, él solo se va regulando. Hay dos autores, Carlos González y Julio Basulto, que han escrito libros sobre alimentación infantil que hablan del ”síndrome del plato vacío”, y es que no hace falta que un niño deje siempre el plato vacío, sino dejar que el niño deje de comer cuando esté saciado.
¿Eliges los platos mirando la carta, o mirando a los que están comiendo al lado?
Yo siempre miro al de al lado, siempre. Hombre, la primera vez que voy a un sitio suelo leer la carta, pero también miro y pregunto si hay algo fuera de carta, porque siempre hay cosas interesantes.
Luego hay sitios donde ya tengo confianza y le digo directamente al cocinero que me ponga lo que tenga, que si es un buen profesional, acierto fijo. Anthony Bourdain, el cocinero estadounidense, escribió un libro donde explica que ojo con las recomendaciones del chef, porque lo que puede estar haciendo es intentar deshacerse de comida que se le va a pasar. Desde que leí eso me rayo un poco, pero lo sigo haciendo porque confío en la profesionalidad de los cocineros donde voy.
¿Con qué comida te darías un homenaje?
Me gusta muchísimo el cocido madrileño, me encanta, y me lo hace mi marido sueco que está espectacular. ¡Lo hace hasta con bola!
Una buena hamburguesa, por ejemplo, me parece también un platazo fenomenal.
¿Qué nos recomendarías comer en Segovia que no fuese un cochinillo?
A ver, “cuidao”, el cochinillo es un plato muy complicado de hacer, tiene mucho arte hacer bien un cochinillo. Antes en Segovia, lo único que podías comer en todos lados prácticamente eran Alubiones de la granja, luego cochinillo y para rebajar un ponche segoviano que es un postre que se te va la olla: mazapán con bizcocho y yema de huevo… ¡una barbaridad!
Claro, después de esto, veías bajar a los japoneses por la Calle Real p’abajo en estado comatoso (risas), se metían en el autobús y dormían dos días seguidos.
Es un menú de flipar, de matar a una persona grande.
A mí, en cambio, me gusta más el cordero asado, más que el cochinillo.
Por otro lado, hay sitios en Segovia que están empezado a hacer una cocina más elaborada, con los mismos productos pero con toques más innovadores. Yo probé hace tiempo a hacer algo que vi por allí, un Carpaccio de morro, y estaba espectacular… yo es que soy muy de casquería. Mi abuela era una cocinera de casquería espectacular: la cresta de pollo, las patas, criadillas, hígado, etc… Guardo muy buenos recuerdos de estar con mi abuela siendo niña, preparando comidas así.
¿Tienes algún arma secreta para conquistar a alguien por el estómago, además de la comida de gato?
(Risas) Oye, pues la comida de gato huele super bien, se te hace la boca agua.
Normalmente el arma secreta es que cocine mi marido, lo hace muy bien. Yo lo que intento es que la gente se sienta a gusto, poner la mesa bonita, que la comida esté buena y hecha con cariño.
A mí me sale muy bien un plato un poco pobretón, pero super rico, que son los fideos con caballa. Tu le dices a un gitano del sur “Fideos con pescao” y se le dan la vuelta los ojos, es una cosa muy de madre matriarca. Yo los hago normalmente con caballa y fideo gordo, de este de fideuá, es sencillo, muy pobre pero buenísimo.
Otra receta que también me sale muy bien es el bonito en tomate: utilizo una receta de mi abuela que es la bomba, sale jugoso y super tierno.
Dinos algo que nunca falte en tu despensa, ¿miel? ¿Un litro de cerveza en el congelador?
Huevos, no me faltan nunca. Tengo un amigo de mis padres que tiene gallinas ponedoras, bien alimentadas, y siempre tengo huevos frescos y naturales. A veces tengo algo, que es un truco de mi madre, que es para que no se me resequen los medios limones tipo momia, ponerlos boca abajo sobre la tapa de algún tupper, y así no se seca ni nada.
En los restaurantes rusos o mejicanos se empieza con el alcohol como aperitivo, a ti el alcohol ¿te dan ganas de comer o te las quita?
Hay justo un momento en que se te quita la gana de comer y solo quieres beber más, yo lo llamo “que se te calienta el pico”, pero eso de abrir boca con una copita, una cerveza y un aperitivo me gusta mucho, sí.
Fíjate, justo ahora que he pasado una temporada en Cádiz, me he acostumbrado al sabor de los finos, que es algo que antes no me iba, y he visitado algunas bodegas, he visitado una feria de vino en Jerez y al final aprendes a diferenciar una manzanilla de un amontillado, de un fino, etc… Son vinos que son una pasada.
En vinos, por ejemplo, tengo mucha predilección por la uva de Mencía, tengo muchos amigos del Bierzo y la verdad es que últimamente me está gustando mucho, es una uva que me sienta muy bien.
Eres como 007 y tienes licencia para comer gratis en cualquier parte del mundo y con quien quieras, ¿qué eliges?
Ostras… ¡qué regalazo! Iría a Japón, tengo muchas ganas de ir desde hace tiempo, y además me encanta el pescado crudo. Después de ver programas tipo “Españoles por el mundo” me apetece mucho ir por la calle e ir probando comida de los puestos, por ejemplo. Y la compañía… pues con alguien que sepa mucho de gastronomía japonesa y que sea de buen comer, es fácil… con Ferrán Adriá, que lo conocen en todas partes.
Pero oye, ¿esto se concede al final de la entrevista? (risas).
Si en un restaurante hay un plato con el nombre del restaurante, ¿lo pides o desconfías?
Hombre, yo preguntaría qué lleva, pero desde luego que si alguien tiene los cojones morenos de ponerle su nombre a un plato, yo creo que es porque se lo ha currado, le ha dado un toque personal y me fío, ¿porqué no?.
¿Cuál es tu banda sonora ideal para una cena agradable con amigos?
Soy muy omnívora también, musicalmente hablando, no tengo preferencias concretas, lo que sí sé es que no me gusta comer con “canción ligera” como la llamaban antes, que es todo esto que hacen los que salen de OT, tampoco con reggeton, por ejemplo, no me gusta.
Hay una cosa que sí me molesta mucho en los restaurantes más que cualquier música alta, y es que haya perfumes, velas aromáticas, inciensos, etc… es que eso me vuelve super loca, el olfato es super importante a la hora de comer, y eso me aturde.
Cuando te pegas un buen homenaje, ¿intentas compensarlo al día siguiente con deporte, o pasas de deporte?
Hombre como podrás ver, Dios me ha dado un físico envidiable… (risas). No, en serio, tengo la suerte de que no engordo mucho, coma lo que coma. De hecho no he comido más para que no me llaméis zampabollos (risas).
Si hago deporte, que no suelo hacer de eso, lo que tengo claro es que paso de gimnasio, no me agradan nada y me aburro. Le estoy dando un poco al pilates últimamente, y me mola, pero más que físicamente porque me ayuda a equilibrarme mentalmente, de hecho tiro siempre más para el yoga que para el gimnasio.
¿Tienes alguna comida o cena romántica que acabase en desastre?
Pues mira, recuerdo una comida en Segovia, con un novio, hace ya muchos años… estábamos en proceso, en ese momento en que todavía no había nada y había mucho nervio y mucha tensión en el ambiente, pero tanto tanto, que era imposible comer, estómago cerrao vamos. Y eso que estábamos comiendo cochinillo, pero imposible, no pudimos comer ninguno de los dos… fue la única vez que he ido a un restaurante y no he comido, y eso que estuvimos mogollón de rato.
¡Ostia que fuerte, se me había olvidado esto! Vuestras preguntas van a lo más hondo eh! (risas)

Además de los benedictine, Eva también se pidió unos Scones con salsa Mür y mermeladas hechas por ellos mismos. ¡Sí que tiene buen saque, sí!
¿Eres de las que piden tupper para llevar?
Sí, siempre… vamos, si está bueno, claro. Hay mucha gente que se corta porque quizá antes estaba mal visto, pero oye, lo has pagado, ¿no?.
Además, ahora los locales lo están normalizando y ya tienen sus tuppers para quien lo pida. Es igual que con los vinos, tu has pagado la botella ¿no? Pues si no te la has terminado, te la llevas y la terminas en casa.
Por último, ¿te ha gustado el desayuno de hoy?
Me ha gustado mucho, sí. El huevo estaba en su punto, la salsa holandesa estaba muy buena… todo muy rico, ¡ah! Y los scones, ¡qué buenos!
Y vosotros también, me habéis caído muy bien (risas).
Tu sí que nos has caído bien Eva, muchas gracias por compartir nosotros este desayuno, un placer disfrutarlo contigo. Cuando quieras nos vamos a comer un cocido, o pescado crudo, ¡o lo que quieras!
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¡Muchas gracias por vuestro tiempo, y hasta la próxima!
Me ha encantado la entrevista, geniales las preguntas y las respuestas.
Una forma fenomenal de conocerla un poco mejor.
Por cierto las fotos so PRECIOSAS 😉
Muchas gracias Eva!
Por cierto, enhorabuena por tus fotos, son brutales…
PD. Ah, y por cierto, conocemos a Paca también (fue nuestra Doula) 😉
Que guay!! Chicos!! Me encanta Eva Hache!! Os lo habéis tenido que pasar pipa!! Me ha encantado la entrevista, el desayuno!! Y las preguntas «profundas»!! Jajaja un 10, como siempre!! Morros finos!’
Gracias Carolina, muy pronto haremos más gastroentrevistas, así que atenta! 😉
Un beso.
Aix, cómo me gusta esta mujer! dos de mis cosas favoritas juntas, Eva Hache y un buen desayuno! la envidia me corroe!! 😉 Genial chicos, la entrevista y la recomendación del local, iré seguro! Besos
Anna * http://www.liluandme.com
Muchas gracias por el comentario Anna, la verdad es que sí, fue una pasada de desayuno.
Un besote!