El Bao, las Gyozas y el Ramen son, muy probablemente, tres de los platos asiáticos que se han puesto más de moda en los últimos años, hasta el punto en que todo el mundo tiene un Bao, muchos restaurantes hacen sus pinitos con las gyozas, e incluso se atreven, con mucha osadía, con el Ramen. Bueno, pues en Chuka Ramen Bar llevan dos años haciendo maravillas con estos tres platos, te contamos por qué aquí SÍ deber ir a comerlos.
Rodrigo García, John Husby y Lorena Mauri, los dos primeros chefs ejecutivos, y la última jefa de sala, son los tres pilares sobre los que se asienta este sólido proyecto con apenas un par de años, pero con una de las clientelas más fieles y recurrentes de Madrid. Se trata de una revisión callejera de la gastronomía china y japonesa, una taberna en la que según entras parece has viajado hasta Japón. Mesas altas en la primera parte del salón, mesas bajas al fondo, y un rollo japo brutal y muy estudiado. El que ha ido a Chuka Ramen Bar, repite. Y así nos había pasado a nosotros, que habíamos ido unas 5 veces, pero nunca con la cámara para retratarlo y publicarlo en el blog, como debía ser.
Una carta sencilla y efectiva, perfecta para lo que vas buscando cuando visitas un restaurante de estas características. Bao Buns, Gyozas y Ramen, bendito ramen. Esto fue lo que pedimos, vamos por partes.
Un par de cócteles, que son los compañeros perfectos para estos sabores… un Tom Khallins, con gin, leche de coco y lima, y una Limanada con menta, con jugo de lima y menta. El primero con alcohol y el segundo sin, ambos refrescantes y con notas cítricas bien marcadas, que era justo lo que buscábamos para empezar.
Y comenzó el festival con un Bao Bun de Pastrami (fuera de carta), increíble carne, con una curación de más de 9 días (que hace John), con ensalada de kimchi y salsa de rábano picante, como un daikon pero más potente. Que me venga a la memoria, este es el mejor Bao que me he comido hasta la fecha, y no van pocos… cuidado ahí.
Bao Bun de Langostino Tigre, con salsa satay (a base de cacahuete) y salsa de cilantro. De nuevo una combinación muy poderosa y que no habíamos probado nunca.
Gyozas de pollo y ajillo negro. Al vapor, y acabadas en plancha. Bien generosas en su relleno, con una capa crujiente superior hecha con agua y harina, que les da un toque único, mucha clase tienen estas gyozas.
Shio Ramen, una sopa al estilo assari a base de pescado ahumado, marisco y alga, con ave y cerdo asado tipo consomé, aderezado con sal marina. Con un trozo de pollo de corral (marinado en salsa de soja, ajos y varias especias), tofu, daikon, alga hijiki, setas shimeji, tatsoi y huevo. Sí, lleva todo esto y está elaborado a fuego lento con una cocción de más de 24 horas, como te puedes imaginar el saborazo de este ramen es algo de otro mundo.
Y de postre, su único postre, y ni falta que hace más. Mochi Donut, un pastel de arroz japonés con helado cítrico. Jamás me cansaré de esa mezcla dulce/ácida, frío/caliente. Me FLI-PA este postre.
En resumen, muchas visitas y en todas, solidez, productos espectaculares y mucho disfrute. La mejor versión callejera de este tipo de cocina asiática y con la mejor relación calidad/precio de Madrid (ticket de 25 euros por persona) la tienen en Chuka Ramen Bar, y por esto se merecía más que nadie un puesto en nuestras recomendaciones semanales. A seguir así, ¡máquinas!
Aquí tenéis su web, Twitter, Facebook e Instagram.
C/ Echegaray, 9.
640 651 346
PD. Si vais a Chuka Ramen Bar ya sabéis, ¡comentadle a Lorena que vais de nuestra parte!
Foto: Gregorio González.
