Esta semana queremos continuar con la buena racha de italianos, así que tras Propaganda 12, y La Piperna, tocaba un formato diferente, pero igualmente de gran caché. Se trata de un italiano donde, además de probar una buena selección de bocados y productos gourmet y vinos de la tierra, te puedes comprar lo que quieras para llevártelo a casa. Esta es la premisa y la idea que vienen desarrollando Angelica y Francesco, una pareja italiana, desde el 2015, con Casabase. Empezaron con un primer local (aquí debajo puedes reservar del tirón), y hace poco más de dos meses han abierto el segundo. Estuvimos la semana pasada charlando con ellos y catando cositas, y oye, salimos encantados,
Una de las claves del éxito de Casabase es que ellos mismos, gracias a su trabajo de campo, son quienes se encargan de seleccionar a los mejores proveedores. Nos garantizan así que el 80% de sus productos son elaborados por artesanos italianos, e importados por ellos directamente, sin intermediarios. Mas tarde, cuando comenzando probamos su Aceto balsámico… entendimos su discurso.
Sobre el local que visitamos (C/Nuñez de Balboa, 34), al igual que el primero de ellos, se trata de un espacio más bien pequeño, pero con muchísima luz gracias a un enorme ventanal, donde unas pocas mesas altas se entremezclan con la barra y la sección de tienda. Según pides, puedes ir echándole un ojo a sus productos, y viendo como te preparan los platos al momento. Todo a ritmo de funky, de ahí el título del post. Pequeñito, pero con mucho rollo 😉
Y en cuanto a su carta, tienes «Para Picar», con tablas de quesos, de fiambres, burrata, parmesano (24 meses); «Platos», con porchetta, bresaola, lasaña; «Panini» clásicos y especiales (su especialidad), y también «Pizzas» y «Ensaladas». Aunque no es muy larga la carta, sobre el papel todo tiene un pintón de locos. Así que te vamos a contar por lo que nos decidimos.
Para empezar, Fra La Via Emilia e il West. Así llaman a su plato de Parmesano 24 meses, con aceto balsámico envejecido 12 años, tradicional Di Reggio Emilia. Olvídate de lo que conoces como «vinagre de Módena», esto es another level.
Seguimos con uno de los vinos por copa (ojito con su selección de vinos, todos ellos italianos) que tenía Francesco, Fiano della Masseria Frattasi, un blanco mineral y muy fresco.
Mientras traían el Plato Especial, con fiambres (Coppa, Speck), quesos (con trufa y con pimientos), verduras, aceitunas y pan tostado con orégano. Este plato es un espectáculo, tienes que pedirlo. Obligado.
Antes de los Paninis, pasamos al segundo vino, un tinto. Dante Rivetti Mara Barbera d´Alba.
Después, el primer Panini, de los Clásicos. Otro de los hits de Casabase. Se llama Pan-Ky, entre un pan Ciabatta, lleva salchichón, tomate confitado, ricotta salada y aceite de limón.
Y por último, el segundo Panini, de los Especiales. Con el nombre de Supernova, entre un pan brioche artesano, lleva burrata ahumada, jamón cocido, tomate confitado y rúcula.
De postre, un muy buen Tiramisú, acompañado de un Capuccino marca de la casa.
Resumiendo, con Casabase estamos ante un formato singular, especializado y atractivo, donde los conceptos de boutique gourmet y restaurante (en pequeño formato, eso sí) se entremezclan a la perfección. La selección de productos es exquisita: vinos, conservas, salsas, quesos, panes, dulces…, y el ticket medio en tu visita rondará los 25-30 euros (aquí fueron 35 por persona, pero nos fuimos bastante llenos). Dan ganas de volver a probar más cositas, como la lasaña, sus pizzas, y alguno más de su mayor hit, los paninis… porque son realmente adictivos. ¡Ya nos contarás!
C/ Doctor Castelo, 8 | C/ Nuñez de Balboa, 34.
Fotos: Gregorio González.