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Cuando nos enteramos de que el chef Pedro Gallego iba a abrir un nuevo restaurante, justo ahora, con la que está cayendo… supimos que era necesario visitar su nueva casa. No solamente porque nos encanta como guisa, sino porque este proyecto (su apuesta más personal hasta la fecha) es todo lo que nos podía apetecer a nivel gastronómico. Después de experiencias como la de Doppelgänger, teníamos especial antojo de recetas clásicas, guisos a fuego lento, de los de toda la vida… respeto a la tradición, pero con el puntito que hace falta para mantenerla actualizada. Esta semana te hablamos del recién inaugurado Casa Mortero.

Un cálido espacio (a cargo de A+B Arquitectos), donde la cerámica, la madera y el mármol se mezclan a la perfección como escenario para una cocina con solera, cuyo objetivo es hacer un repaso, temporada a temporada, de los grandes clásicos de nuestra historia gastronómica. Platos en muchos de los casos donde la cuchara es la que manda, y donde el pan es también pieza clave para el disfrute del rebañado. Así es, «guisos de la abuela», pero con la visión y el toque de un chef al que desde hace tiempo seguimos la pista en Madrid.

Su carta es de esas en las que apetece todo. Está dividida en cuatro bloques bien diferenciados, Tentempiés, Guisos, Brasas y Postres. Entre los platos que más destacan son sus Croquetas de jamón ibérico, los Torreznos (recordemos que Pedro es salmantino), Callos, Patatas a la importancia, Pochas, Mollejas, Espetos de sardina, Lomo Bajo… exacto, según nos explicaban la carta Pedro Gallego y Carmen Pereda (quien dirige la estrategia de Casa Mortero), nos hacían los ojos chiribitas. Queríamos uno de cada. Finalmente nos dedicimos por los siguientes platos. Apunta.

Empezamos en Casa Mortero con sus Croquetas cremosas de jamón ibérico. Muchísimo sabor a jamón, muy potentes, cremosas y crujientes. Teníamos que incluirlas en nuestro ranking con las mejores de Madrid.

Después, Torreznos al estilo soriano, con patatas «meneás» y majado de pimentón. Jugosos por dentro, con la piel crujiente, de fábula.

Seguimos con un plato marca de la casa que nos encantó también en Casa Mortero, las Pochas guisadas con aceite de pimentón, setas de temporada y carabinero.

Entramos en su sección Brasas con un pescado. Probamos su Espeto de sardina con pimiento del piquillo y aliño ligeramente picante.

Y acabamos con dos carnes. Primero los Pinchos morunos de pluma ibérica, con col rizada y mojo picón (servido aparte). Te envuelves cada trozo de carne con su hoja de col rizada (como si fuera un Saam), y finalmente le echas el mojo por encima. Divertido y sabroso a partes iguales.

Y segundo, unas Mollejas de ternera con col encurtida, crema de maíz y jugo de membrillo (los sirven aparte). Tiernísimas, crujientes (perfecto el punto que le da la brasa), de 10. Otro plato que no puedes dejar de pedir en Casa Mortero.

De postre, a modo de «pre-postre» para limpiar toda la potencia de los anteriores platos, unas Moras y frambuesas, con helado de yogur y sopa fría de menta y tomillo limonero.

Y finalmente acabamos con la versión de Pedro Gallego del Pan con chocolate, con aceite y sal. Una ganache de chocolate y sal. entre dos finas capas de pan crujiente. Combinación ganadora siempre.

En cuanto al apartado del vino, la carta ha sido diseñada por la sumiller Nuria España. Nuestro consejo es que te dejes guiar por el sumiller Juvenal Ventosa, quien en nuestro caso sacó los siguiente vinos, la mayoría de ellos de pequeños productores (su carta apuesta por estas bodegas): Lagar de Brais, Rublo 2018, Manzanilla en Rama Valdespino, Montecastrillo 2018, y para acabar Colheita 2010 (un Tawny Port de una sola cosecha).

En resumen, Casa Mortero es una apertura que estamos seguros que dará mucho que hablar. Llega en el momento más complicado para la hostelería , pero lo hace con unos cimientos muy sólidos y las ideas muy claras. Platos de toda la vida, de esos que apetecen siempre, y alimentan el alma, elaborados con respeto y equilibrio. Puntos de cocción perfectos, fondos con carácter y aliños más que reseñables. Todo muy sencillo, y muy bien hecho. Además, una interesante selección de vinos, una sala muy correcta, y un ticket medio de 35-40 euros por persona. Por todo esto, creemos que va a pegar duro en la escena gastronómica madrileña. Aun estando en el momento en el que estamos, estamos seguros de que te a va encantar conocerles.

Por si quieres seguirles la pista más de cerca, aquí tienes el perfil de Casa Mortero.

C/ Zorrilla, 9.

910 595 570

David

Buena dentadura, estómago de hierro, casi dos metros y un metabolismo maravilloso... una máquina de comer. Alguien tiene que hacerlo, así que como y bebo como loco para después contártelo y que vayas a tiro hecho.

3 Comentarios

  • JAVIER dice:

    Guauuuu…. acabo de comer y me ha entrado hambre solo con ver las fotos 🙂
    Una muy buena apuesta para comenzar el otoño.
    Muchas gracias por provocarnos.
    Lo probaremos todo 🙂

  • Angel dice:

    Tiene una pinta inmejorable para encantar a todo tipo de comensales. Recomiendo los torreznos con patatas meneas que se que son insuperables, unos morunos y para compensar unas mollejas, no os arrepentireis todo con un buen vino tinto y buen pan hecho a la manera de su tierra. Muchas felicidades y animo. Eres el mejor.

  • Carmen dice:

    Pues, esta primera impresión, pinta muy bien.
    Mucho ánimo! Y mucha suerte!!

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