Hay productos que siempre tienen que estar en tu despensa, vinos que debes tener a mano para ciertas ocasiones, y también hay restaurantes que no pueden faltar en una bitácora gastronómica como la que te contamos cada semana desde hace 4 años y pico (se dice pronto). Alabaster es sin ninguna duda, uno de ellos.
El grupo Alborada, que cuenta desde 2006 con un restaurante con estrella Michelín desde el 2011 en Galicia, tiene desde el 2014 representación en Madrid con el restaurante Alabaster, donde Óscar Marcos y Francisco Ramírez, a quienes tuve la oportunidad de entrevistar hace poco, y el resto del equipo de sala y cocina realizan un currazo digno de ser contado, y conocido por todos los madrileños #conelmorrofino.
Alabaster se divide en un sala principal, que para muchos es de los mejores de Madrid, con varios reservados, y una zona de barra donde también puedes comer en mesas y sillas altas, pidiendo de su carta de barra. Aquí tienen algunos platos que se repiten en sala, y otros exclusivos de barra, todos ellos con posibilidad de ración entera o media, y una interesante selección de vinos por copa.
En cuanto a la sala, la carta se vuelve mucho más extensa, y la carta de vinos se convierte en gigantesca, de hecho es una de las más grandes que hemos visto. Su carta se divide en primeros «marineros» o «campesinos«, y principales de «la lonja» o de «la tierra«, un buen recorrido por toda la gastronomía gallega y nacional, en una selección de platos de los que dan ganas de pedir uno de cada. Ya mismo te contamos cuáles fueron los elegidos, para que tomes buena nota.
Croquetas de mejillón tigre (media ración).
Mientras nos ponían un par de copas de Pyjama Godello, un vino monovarietal blanco D.O. Bierzo elaborado por la bodega Demencia de Autor.
Seguimos con unas Sardinas ahumadas en tosta con queso de Arzúa, tomate y cebolleta (media ración).
Zamburiñas fritas en polvo de gamba y mahonesa de soja (media)
Y unos Huevos (a baja temperatura) con carabineros asados y patatas panaderas, acompañados de escerificaciones de trufa.
Arroz meloso de pescado y mariscos (rape, almejas, gamba blanca y chipirones).
Antes de lo siguiente, un Añada Real 2013, un Rioja que surge de la asociación entre varios personajes del panorama deportivo, cultural y bodeguero (hay personajes que seguro que ni te esperas, puedes verlo en su web), y que está de escándalo.
Steak tartare de solomillo de vaca rubia gallega y patatas soufflés. Muy posiblemente, este de Alabaster sea el mejor steak tartare que he probado.
Y de postre, una Tierra de chocolate, de pistacho y de galleta, con macaron de chocolate, con panal de azúcar, naranja, y bola de chocolate cremoso.
Acompañado de un moscatel Micaela, dulce, fresco… un Jerez brutal para un final de cine.
Lo que te decía, Alabaster es de estos restaurantes a los que una vez que sales, piensas «he tardado demasiado en venir», y también «tengo que volver con…». En su maquinaria, los engranajes funcionan perfectamente, todos hacen lo que tienen que hacer, y lo hacen muy bien. En cocina el producto es maravilloso y la técnica muy en consonancia con su propuesta, sin excesivas vueltas ni historias, y en sala, un baile perfectamente armónico donde todo llega cuando tiene que llegar, y donde sabes que están pero no les notas… como debe ser. Con un ticket que rondará entre los 50 o 60 euros por persona, la experiencia Alabaster se convierte en un verdadero MUST para todos los que nos gusta comer bien.
Aquí os dejamos la web de Alabaster, y también su Twitter, Facebook e Instagram:
C/ Montalbán, 9.
915 121 131
Fotos: Gregorio González.
Que buena pinta tiene todo, gran restaurante, muchas gracias por la noticia, comparto el link
A ti, por estar pendiente, y por el comentario.
Abrazote!